Modelo 77 (Alberto Rodríguez, España, 2022)

Alberto Rodríguez se rodea del mismo equipo que le acompañó en sus anteriores proyectos (La Isla mínima, El hombre de las mil caras, …)  para situarnos en los convulsos años de la transición española y contar una historia oculta y desconocida, colocándose en la parte más fea, alejada de la versión oficial para dar vida a un drama carcelario.

En 1975 muere Francisco Franco, pero décadas de dictadura han impregnado todas las instituciones y esa grasa espesa no desaparece ni fácil ni rápidamente. El esperanzador deseo de la llegada de la democracia no será suficiente para este puñado de hombres que una vez liberados los presos políticos esperan su turno. Hay firmes resistencias, costumbres que costará arrancar a “los hijos de los que mandan”.

Unas de las muchas víctimas tan brutalmente olvidadas serán los presos comunes de las cárceles. Esta cinta cuenta una historia real ocurrida en la Modelo de Barcelona: la creación de Copel (coordinadora de presos en lucha) y la posterior fuga de 45 presos el 32 de junio de 1978, apenas unos meses antes de la aprobación de la Constitución del 78.

Aunque la fuga parece estar en el epicentro de la historia, «El derecho de todo preso es fugarse», se resuelve de forma apresurada al final y lo central está en las dinámicas que se crean entre los presos, su capacidad de movilización, de solidaridad, algo idealizada en algunos momentos; tal vez se espera en hombres tan humillados y apaleados una actitud más autodefensiva, reproducir entre ellos algo de toda esa miseria en que han vivido y viven en su día a día. También es destacable el espejo que pone entre las dos realidades, la que se vive fuera y dentro de los muros. La Modelo estaba ubicada en el centro de la ciudad como una isla, una herida abierta, tan cera y tan lejos de la normalidad de la vibrante Barcelona de 1977. La cárcel es un personaje más, mostrándose con toda la sordidez de la vida dentro de sus muros.

En el reparto participan pesos pesados del panorama español. Javier Gutiérrez, hace una brillante interpretación de un viejo preso al que llaman “Pino”. Miguel Herrán correcto en su papel, aunque algo falto de credibilidad, representa la injusticia de la presión preventiva al que se ve sometido un joven que ha conseguido un buen trabajo y vestir un bonito traje con el objetivo de alejarse de su barrio de chabolas, pero un error o tal vez una manipulación le devolverá al punto de partida.

Los papeles secundarios interpretados por estupendos actores, hay que destacar a Jesús Carraza como El negro, siempre optimista; el correoso patriarca gitano “el Marbella” al que da vida Fernando Tejero y Alfonso Lara, como uno de los funcionarios.

La película empieza con una vista aérea (marca de la casa, recordemos las impresionantes imágenes de la Isla Mínima) mostrando el penal como una araña, con una construcción radial, buena metáfora del ambiente asfixiante y falto de toda esperanza. La atmosfera es siempre gris, marrón con poco espacio para la luz como símbolo de la vida, en contraste con el resplandor en el rostro de la chica que visita a Miguel en la cárcel, interpretado por Catalina Sopelana.

Alberto Rodríguez y Rafael Cobo, que escriben el guion, se toparon con esta historia y “nos dio la sensación de que detrás de todo aquello había una historia buenísima que tenía que ser contada”,

Modelo 77 Inaugura el Festival de San Sebastián en su 70 edición, fuera de concurso, pero rodeada de gran expectación, intuyo que no dejará indiferente al espectador.

 

Sinopsis: Cárcel Modelo. Barcelona, 1977. Manuel (Miguel Herrán), un joven contable, encarcelado y pendiente de juicio por cometer un desfalco, se enfrenta a una posible pena de entre 10 y 20 años, un castigo desproporcionado para la cuantía de su delito. Pronto, junto a su compañero de celda, Pino (Javier Gutiérrez), se une a un grupo de presos comunes que se está organizando para exigir una amnistía. Se inicia una guerra por la libertad que hará tambalearse al sistema penitenciario español. Si las cosas están cambiando fuera, dentro también tendrán que hacerlo.

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