Jackie (Pablo Larrain, Usa, 2016)

Para poder determinar si una historia real es digna de ser contada en película, tenemos que aprender a discernir si lo que cuenta entra dentro del entretenimiento de ficción. Dicho de otra manera, si ese acontecimiento histórico que se quiere recuperar de la historia es lo suficientemente atractivo y potente, que merecería ser relatado aunque no hubiera acontecido.

Y tanto la magnífica reconstrucción que realiza Natalie Portman de Jackie Kennedy, como todo lo que ocurre en la cinta es digno de ser narrado en una obra artística.

Algunas veces, y en estos casos (como en tantos otros) admiro a los niños porque son desconocedores de buena parte de los hechos reales que narran las películas. Asisten inocentes y virginales a acontecimientos que van descubriendo en una gran mayoría en una pantalla grande o en las pantallas pequeñas o dispositivos a los que tengan acceso. Esa pulcritud e inocencia histórica pero ya en una edad adulta haría de Jackie una película exquisita, pues lo que narra tiene fuerza y poder e invita a la reflexión.

Jackie se estrena en 2017, y han cambiado mucho las cosas desde aquel asesinato de Kennedy, ahora para empezar Melania Trump es la primera dama de Estados Unidos. Pero Jackie Kennedy sigue siendo un mito. En la dirección se encuentra Pablo Larrain, el mejor director chileno vivo, que debió haber ganado el oscar a mejor película extranjera por El club y que este año también podría haber estado nominado por ese biopic inclasificable y con su inconfundible sello, que llevaba por nombre Neruda.