Amar (Esteban Crespo, España, 2017)

Avalon estrena el 21 de abril el primer largometraje de Esteban Crespo, reconocido y premiado cortometrajista español que fue incluso nominado al Oscar en 2012 por Aquel no era yo. Presentada a concurso en la inolvidable 20ª edición del Festival de Málaga que encumbró a Verano 1993, la película pasó sin pena ni gloria por el certamen y fue criticada por su excesiva dulcificación.

Pol Monen y Maria Pedraza ponen rostro y alma a esta historia adolescente condenada a la risa fácil sin pretenderlo.

Pol participó en Les nens salvatjes de Patricia Ferreira o en aquella estilizada y cuidada revelación que fue Elisa K. Aquí interpreta a un joven universitario con alma de adolescente romántico atormentado, celoso, posesivo y castrador. Papel dificil por lo inverosimil, con lo que no creo que tenga culpa de que su interpretación no alcance mejores cotas. Maria Pedraza le acompaña en el papel de su adolescente pareja, enamoradiza, sensible, loca, niña y juguetona.

Pero al hablaros de Amar, el debut en el largometraje de Esteban Crespo, lamento tener que recurrir más (como en la vida real) a lo que se esperaba de ella, todo lo que podría haber dado de sí y explorado incluso, y no al resultado final.

Igual que en las primeras relaciones, esta cinta adolece de caer en los lugares comunes, los personajes arquetípicos, los diálogos absurdos y las situaciones inverosímiles. Amar no es fácil y al igual que el verbo, necesita de mimo y dedicación y no parece habérsele dedicado el adecuado.

Un poco corto de largo.

Que Esteban Crespo se pasó de frenada, estoy seguro que no lo pienso sólo yo… Frente al espejo, dentro de una noche llena de verdades pensará en su ópera prima y se dirá: Aquel no era yo. Ahora, a unos días de su estreno, seguro que consciente de su fracaso, prefiere el neutral y exento de responsabilidades: Nadie tiene la culpa. Pero consciente o no, te aseguro que de la entrada no te mereces ni la propina.

Podríamos discutirla horas y horas, y mira que confiaba en tu trabajo Esteban y en tus protagonistas pero, aún sabiendo que este no es el fin, estarás de acuerdo en que tu Siempre quise trabajar en una fábrica de ilusiones y de sueños, de poco sirve ahora; puedes empezar ya tu reconquista.

Amar no sirvió de mucho, al menos no fue suficiente. Yo también te quiero pero de poco sirven las palabras. Ahora demuéstrame que lo nuestro tiene futuro. Con hechos. Y déjate de mascaritas, dibujitos, Aquí no hay quien viva, rellanos y polvos interrumpidos. Fóllame con las imágenes porque en el fondo siento que ni corto ni largo sino que me has dejado a medias.

Para que te amemos, Esteban:

Para que te amaramos, la cinta debío tirar por otros derroteros, Esteban:

  1. Si hablas de jóvenes, adolescentes, lo ideal sería con todos los respetos para ambos protagonistas, que intentaras encontrar a intérpretes de la edad de los representados.
  2. En el mismo orden de cosas, si tus conflictos son de gente de 15 años, no pongas a los personajes en su primer año universitario o en el último del instituto. No tiene sentido.
  3. Si te centras en ellos dos, intenta que sea realmente en ellos en quien te centres y no desvirtúes la película hacia otros personajes.
  4. Si decides que el conflicto amoroso abarque a múltiples personajes, no les olvides cuando te venga bien: Hay segmentos en la película donde nos preguntamos si las familias de los dos protagonistas han fallecido inesperadamente y en otros hay un exceso de metraje para ellos.
  5. Si la historia es más sexual que sentimental, no seas tan pudoroso a la hora de mostrar el sexo. Intuimos más que vemos pero la intuición es excesiva cuando uno de los ejes de la película se centra en un juego sexual del que todos hablan y que ni siquiera hemos visto directamente el objeto en cuestión.
  6. Replantéate el salto, comprobando tu filmografía anterior, creo que en cada cortometraje había algo que hacía presagiar un buen cineasta, quizás el manejo del tiempo del largometraje sea tu lastre.
  7. Cuidado con los motivos y las exploraciones: El artista que es artista y debe demostrarlo o el conflicto generacional entre los estudios y la vena artística o el conflicto entre amigos y pareja, quedan sobredimensionados y excesivamente subrayados. Pueden ser mucho más sutiles como los cuernos en «la cama del rey».
  8. Los diálogos son de traca. Algunas expresiones son completamente inverosímiles y otras frases son tan absurdas como risísticas: «Me encanta tener tu semen dentro»… Entre todos deberíamos hacer una colecta para regalarte una estancia de un mes en algún instituto de España, para que te empapes de cómo hablan los jóvenes y que sus expresiones no parezcan ridículas.

Filmografía de Esteban Crespo como cortometrajista:

  • 2003 Beneficiarios
  • 2004 Siempre quise trabajar en una fábrica
  • 2006 Fin
  •          Amar (corto en el que se basa el largometraje que se estrena ahora)
  • 2011 Nadie tiene la culpa
  • 2012 Aquel no era yo (Ganador del Goya a mejor corto de ficción y nominado al Oscar)
  • 2014 La propina

 


Sinopsis:  Laura y Carlos se aman como si cada día fuera el último, y quizá esa intensidad del primer amor es la que les separará un año después… Ópera prima de Esteban Crespo, director de siete cortometrajes y con más de 200 premios a sus espaldas, entre los que destacan el Goya a Mejor Cortometraje y la nominación al Oscar en 2014 por «Aquél no era yo».

NOTA: 3

 

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