63º Festival de San Sebastián 2015: Día 6: Crónicas emocionales y familiares

Curioso que desde hace cinco años, mi cumpleaños siempre caiga en medio de esta fiesta donostiarra y curioso también escuchar un cumpleaños feliz en el cine y que no te lo canten a ti, pero son gajes del oficio. Del oficio de ir a los festivales con ansias de cine y no contar a demasiada gente que hace exactamente 28 años Madrid te vio nacer. Lobo solitario de incontables historias. Hoy entre Moiras y Crónicas de enfermos terminales, entre familias y luchas de derechos familiares y personales. El día, la verdad, no ha estado mal.

  • Moira.
El cine georgiano parecía olvidado o tal vez perdido y, sin embargo, el circuito festivalero se ha hecho paulatinamente eco de una cinematografía interesantísima y muy relevante: Corn IslandIn BloomMandarinas o Blind dates dan buena cuenta de ello.
Moira es la segunda película de Levan Tutberidze tras la inédita I will die with you (Ushenod mgoni movkvdebi, 2010).
El retrato de esos dos seres es cercano y está centrado en las miradas y los silencios. Las nuevas generaciones que tienen que pagar los errores de las anteriores es el tema principal de esta cinta.

Tras salir de prisión, Mamuka trata de sacar a su familia de la pobreza. Su madre trabaja en el extranjero, su padre está en silla de ruedas y su hermano desempleado se siente atraído por la compañía de criminales. Gracias a un préstamo, compra un pequeño barco de pesca. Pero el destino es a veces ciego y despiadado.

  • Mountain may’s depart.

Jia a través de tres tiempos nos lleva de viaje por una China que se va abriendo a occidente y que va perdiendo su identidad, su forma, sus costumbres. Ahí entronca la escena inicial con los acordes del “Go west” de los Pet Shop Boys con la final, una de las más bellas del cine asiático en los últimos años: Tao baila sola y se despide del pasado , en el invierno de 2025 delante de un templo de Fenyang. En el camino ha perdido mucho. Una familia, el amor, un hijo, el comunismo, etc. Ha perdido incluso su identidad porque Tao no es más que eso. Es el paradigma de lo que China será en el futuro. Habrá que dejar el pasado atrás y continuar, aunque nos quedemos sólos,

En esos tres tiempos de los que hablábamos, Zhangke nos habla de un pasado juvenil, prometedor, lleno de amor, con una China en auge; después pasamos al presente donde todo el mundo está perdido y donde no sabe hacia donde tirar y por último llegamos a un futuro incierto, donde China se ha abierto completamente al capitalismo, donde el país o sus habitantes han perdido su identidad (incluso algunos no recuerdan su nombre chino). Ese mundo de las tradiciones que se va perdiendo, que se muere, es el que permite que las relaciones fluyan por encima de las nuevas tecnologías, de las distancias físicas por encima de los clicks del ordenador.

China, a finales de 1999. Tao, una joven de Fenyang, es cortejada por sus dos amigos de la infancia, Zang y Lianzi. Zang, propietario de una estación de gasolina, está destinado a un futuro prometedor, mientras que Liang trabaja en una mina de carbón. Su corazón está dividido entre los dos hombres, y debe tomar una decisión que sellará su destino y el de su futuro hijo.

  • Family Film.

Este viaje por una familia rota, perdida, se hace entre las imágenes más certeras y las más poéticas o imaginarias. Family Filme es la historia de una familia checa de un estatus social por encima de la media. Lo bueno es que una historia tan dura, tan cruda, nunca cae en el sentimentalismo barato. De hecho la perspectiva, la tonalidad del film y su estructura es netamente fría y la tensión se respira desde la distancia.

 

Un matrimonio se dispone a navegar por el océano, dejando a sus dos hijos en casa para que exploren la libertad de vivir solos sin la supervisión de sus padres. Pero su barco vuelca durante una tormenta y el perro del padre, al que tanto quieren, desaparece. Cuando vuelven a casa, se encuentran con otra tragedia. Su hijo yace en el hospital. Necesita urgentemente un trasplante de riñón. Mientras la crisis alcanza su apogeo, el perro, que ha sobrevivido al naufragio, lucha por la supervivencia… y no solo por la suya.

  • Freeheld.

Ellen Page visita el Festival y, por eso, puede ser que no nos preguntemos qué hace un producto de Antena 3 los domingos por la tarde en la Sección oficial. Si quitáramos un reparto de lujo encabezado por Page y por una de las estrellas del firmamento: Julianne Moore, incluyendo al siempre estupendo Michael Shanon o al histrónico pero conseguido comic relief interpretado por Steve Carrel. En este culebrón de lucha de derechos de una pareja de lesbianas, cuando una de las dos se está muriendo, lo único que sacamos a relucir son dichas interpretaciones (las 4) y también la pasividad de una sociedad que aún implicada emocionalmente, es incapaz de mostrarse ante los demás apoyando hoy en día una causa tan lógica y loable. Memorable es la escena en la que en el juicio Steve Carrel que viene de una iglesia que apoya a los gays les recuerda tras unos segundos de silencio, todo lo que dice la biblia en contra de la homosexualidad: NADA.

Basada en la historia real de Laurel Hester (Julianne Moore) y Stacie Andrée (Ellen Page) y su lucha por la justicia. A Laurel, una condecorada policía de Nueva Jersey, le diagnostican un cáncer terminal y quiere dejar su pensión ganada durante años a su pareja de hecho, Stacie. Sin embargo, los funcionarios del condado, que no ven con buenos ojos la pareja homosexual, conspiran para evitarlo.

  • Chronic.

Conocimos a Michel Franco hace unos años también en San Sebastián. Llegaba para presentar una increible ópera prima: Después de Lucía, que había conseguido merecidamente el premio a la mejor película de la sección Un certain Regard de Cannes. Con Chronic, Franco (qué le vamos a hacer, es su apellido) se hace mayor y nos regala una interpretación con gancho de Tim Roth, al que también pudimos ver en 600 millas. Mejor guión en Cannes, esta crónica de seres marginales que buscan la felicidad de almas enfermas, nos devuelve la llamada de la soledad.

Un enfermero introvertido (Tim Roth) y con tendencia a la depresión se dedica a ayudar a pacientes terminales, al tiempo que trata de retomar la relación con la familia que abandonó.

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