XIV Festival de cine de Sevilla: Las Nuevas Olas 1: Ava, 9 dedos, Algo muy gordo y The wild boys

  • AVA

Ava nos transporta a lo conseguido por Joao Nicolau en John Fromm, en una película libre, adolescente y polémica en alguna sexualización implícita del cuerpo desnudo de una adolescente en la playa. Como en un Pierrot el loco, desde la misma cinematografía que Godard, nos presenta este cuento de verso libre sobre una niña que explora su adolescencia de una forma mucho más visceral, humana y tierna, debido a su incipiente ceguera. Ve la vida en color pero pronto todo será oscuridad, porque se está quedando completamente ciega. Todo será oscuridad. Y mientras tanto, todo comienza a ser un juego de exploración, una ensoñación sobre todo lo que nos gustaría vivir, sin límites ni fronteras. ¿No es eso la adolescencia?

Ava, de 13 años, está de vacaciones en el mar cuando se entera que va a perder la vista más rápido de lo que esperaba. Su madre decide actuar como si no ocurriera nada y fueran a pasar el mejor verano de sus vidas. Ava entonces comienza a enfrentar el problema a su manera.

  • ALGO MUY GORDO

Carlo Padial tiene a una buena parte de la crítica de su lado porque incluso su novia forma parte de ella. Y aquí en Sevilla se estrenaba un producto venido a convertirse en adalid del posthumor de la mano de Berto Romero, pero ni consigue hacernos reir como pensábamos, ni siquiera consigue su aparente real objetivo: Convertirse en un punto de inflexión para una nueva vía del cine de humor en España. El director de Taller Capuchoc repite en un esquema de humor similar que como máximo dibuja unas sonrisas en nuestras caras, después de haber asistido a una nueva performance de nuestro Jim Carrey particular. Algo muy olvidable, a nuestro parecer.

¿Y si en el proceso de hacer una ambiciosa película, los cineastas no fueran capaces de contar lo que quieren contar y descubrieran que el documento de lo que están llevando a cabo es casi más importante que la ficción que pretenden lograr? Con el ritmo de comedia de enredo que narra los avatares del rodaje de una película llena de delirantes contratiempos, «Algo muy gordo» es una reflexión en tono documental sobre los resortes de la comedia, la industria que fagocita el arte y la vida que, en el espacio que queda entremedias, se abre camino.

  • 9 DEDOS

Esta película es reseñable únicamente por tres cosas: Dos de ellas no tienen nada que ver con el resultado final del film: Su director (F.J.Ossang) es extremadamente simpático y sabe vender sus películas como nadie; la segunda es que está rodada en un blanco y negro bastante vistoso y la tercera es que es un mix de géneros que bajo nuestro punto de vista, se le va completamente de las manos. Es fallida hasta decir basta. Parte de una premisa interesante como film noir y se va diluyendo en fundidos, estridencias y decisiones ridículas de guión y de rodaje, que lastran su resultado final.

En plena noche, Magloire fuma un cigarrillo en una estación de tren abandonada cuando la policía se presenta para un chequeo de identidad. Empieza a correr sin equipaje y sin futuro hasta que conoce a un moribundo de quien hereda una fortuna. Posteriormente, Magloire es perseguido por una banda y – no teniendo nada que perder – se convierte no sólo en su rehén, sino también en su cómplice.

  • THE WILD BOYS

Es uno de los pepinazos del Festival, como siempre en su sección más importante: Las nuevas olas. Su director tiene una extensa producción de cortos y aquí se nos presenta una película que pasará a ser uno de los iconos de la historia del cine LGBTI. No está hecha para todos los públicos, pues transita en ocasiones los complicados caminos del videoarte más estilizado, simbólico y metafórico que el cine narrativo al que estamos habituados. Con la provocadora interpretación interpretación protagonista  de cinco mujeres en el papel de cinco chavales asalvajados, explorando su sexualidad, sus cuerpos, sus límites; la cinta consigue en primer punto, hacernos pensar en los nuestros propios límites corporales, sexuales, de género, identitarios, sociales o psicológicos a este respecto. Con un blanco y negro estético y preciosista que se bifurca en tonalidades colorísticas y también visualmente atractivas; la película es un disfrute sensorial pleno que hará las delicias de los seres libres y amantes de los nuevos márgenes audiovisuales y horrorizará a los conservadores, a Hazte Oir y al público menos abierto. Es una cinta multireferencial de obligado visionado. Como una mezcla explosiva de La naranja mecánica + El señor de las moscas + Bruce La Bruce + Guy Maddin. Difícil que se estrene en pantallas comerciales, pero decidme que no hay ganas…

A principios del siglo veinte, cinco jóvenes de buena familia, ebrios de libertad, cometen un crimen salvaje. Por este asesinato son encerrados en un barco por el Capitán, atrapados en un viaje que se transforma en un crucero represivo. Tras amotinarse, los jóvenes llegan a una isla de vegetación lujuriosa y placeres ocultos. La transformación puede comenzar…

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