VI Atlántida Film Festival 2016 de Filmin: Sección Memoria. Un repaso a sus películas

Cuando una película ejerce en ti un poder descomunal. Cuando no eres la misma persona antes de verla que después, cuando algo se ha cambiado en tu interior, sabes que se convertirá en una de tus películas preferidas.

He disfrutado y sufrido, porque es sobrecogedora, de esta cinta en dos impresionantes marcos, el del pasado festival de cine de Sevilla donde concursaba en la sección oficial y que con permiso de Las mil y una noches de Miguel Gomes y La academia de las musas de Guerín se convirtío sin duda en lo mejor del certamen y ahora, aqui en esta edición del Atlántida, que sólo con esta inclusión, ya merecería la pena.

Majestuosa y  brillante, estremece al saber que es una ópera prima y lo que está dispuesto a depararnos uno de los asesinos del remake Usa que el propio Haneke realizara de Funny games. Brady Corbet se pone tras la cámara para exasperarnos con esta historia que hermana con La cinta blanca, en la lenta cocina de los fascismos. Con una banda sonora espectacular y una fotografía que se debería estudiar en las escuelas, Corbet nos recuerda a pesos pesados de la cinematografía como Stanley Kubrick y su Barry Lyndon, a Haneke (ya mencionado) o incluso a Ingmar Bergman y su Fanny y Alexander. Un montaje de primera acaban por catapultar esta cinta hasta lo mejor visto en años. Es una joya que nadie debería perderse.

NOTA: 9

Recuerdo ver esta cinta también en Sevilla a las 9 de la mañana, cuando suelen proyectar la sección oficial para la prensa. Su ritmo era apabullante y su relato convulso. Pero la estocada estaba dada. Rabin, the last day es una meticulosa recreación del inquientante panorama político de Israel donde Yigal Ramir, un estudiante perteneciente a la derecha radical israelí, acabó asesinando a tiros a Isaac Rabin, primer ministro desde 1992 a 1995.

NOTA: 8

Resulta que en Alemania Occidental, y esa es otra memoria que tendríamos que tener activa, en torno a la mitad de la década de 1970, en los internados se concebía la violencia, muchas veces extrema, como única forma de aprendizaje.  Resulta que la cinta se exhibió hará un mes en el pasado Festival de cine alemán de Madrid, y resulta también que el poso que te deja no sólo es amargo, sino desolador. La interpretación del chaval protagonista (Louis Hoffman) es otro punto a favor de esta cinta que tiene una cuidada fotografía y puesta en escena

NOTA: 7,5

Delicado estudio visual que se transforma en poesía y que recoge las ausencias en blanco y negro de los refugiados, de los represaliados y de los exiliados estonios.  Es pura y bella poesía. Lírica encubierta y con el frasfondo la regla en esta fascinante historia estonia. De fondo la historia real de uno de los oscuros pasados del régimen estalinista:  la deportación de más de 40.000 personas del Báltico a Siberia en 1941.

NOTA: 7

La Unión Soviética y su desintegración recuperados por el fascinante realizador Sergei Loznitsa (My joy). Se exhibe en The event un material de archivo rescatado de los tres días que sacudieron Moscú en 1991, que acabarían con la dimisión de Gorbachov y a la posterior desintegración de la URSS.

Cuando se inició el movimiento, la televisión rusa retransmitía El lago de los cisnes de Tchaikovsky y Loznitsa decide unir sus acordes al deambular de las calles, de los centros políticos y sociales que serían fiel reflejo de uno de los acontecimientos más importantes en la Historia contemporánea.

NOTA: 6,5

Cuando una voz en off es tan poderosa a nivel documental como la de Depth Two, lo ideal es recogerla y acompañarla de imágenes diametralemente opuestas. Este cine arte de carácter experimental deviene un thriller documental sobre las locuras de la guerra y los esquivos pasajes de la sinrazón y la desvergüenza que se fusionan con la desmemoria. El sonido es apabullante y produce pánico como así lo consiguen algunas imágenes que llevan impreso el terror de su relato, aunque lejos de lo implícito dejan volar la imaginación y provocan mucho más desasosiego.

NOTA: 6

Cuarta película de Özcan Alper. Estamos en Turquía en 1943, un país que apoya al régimen nazi. En ese contexto,  un disidente armenio, Aram, huye hasta la frontera con la Unión Soviética, donde una pareja le dará cobijo.

El relato es contemplativo y se hace lento y pesado. Los encuadres y el paisaje son reiterativos pero preciosistas (gracias al trabajo del fotógrafo habitual del cine de Angelopoulos: Andreas Sinanos.

NOTA: 6

Elie Wajeman nos traslada en su segundo largometraje al París de 1899 .Un policía deberá inmiscuirse en un grupo de jóvenes anarquistas. Los increibles intérpretes Adèle Exarchopoulos y Tahar Rahim son los progagonistas de esta historia que carece de garra y de emoción. Lo mejor es la ambientación pero el guión cojea y los personajes no llegan a emocionarnos, no los sentimos.  Una pena.

NOTA: 4

9) LA REINA DEL DESIERTO

Herzog nos decepciona. Lo hace con un cuento cercano a Lawrence de Arabia ante la Kidman. Es un biopic libre de la figura de Gertrude Bell, intelectual y joven británica, que aburrida de su vida anodina se irá a Oriente para vivir mil aventuras. La reina del desierto se convierte en un melodrama de televisión con estrella conocida y que nos entristece por saber lo conseguido por ambos: Herzog y Kidman, en otras ocasiones.

NOTA: 4