Vardá por Agnés (Agnés Vardá, Francia, 2019)
Hace sólo unos meses, la gran cineasta francesa que perteneció a la nouvelle Vague y que hizo del documental su casa, nos dejaba. Ahora se estrena el póstumo documental, que como si fuera premeditado, recoge una lección de cine sobre toda su carrera, pero también una lección de vida. Gracias a A contracorriente, se estrena en nuestras pantallas.
Hay a quienes les da igual la muerte de una persona, si no es un familiar. Lo respeto pero no llego a entenderlo. Estamos en un mundo en el que admiramos a la gente, al menos cuando nos gusta el arte. Y cuando un artista al que admiramos fallece, dejamos de poder disfrutar de su obra a partir de ese momento. Sólo podemos recuperar todo lo anterior, mucho ya conocido y lo demás con mucho más dolor que cuando estaba en vida. Agnés Vardá no era nuestra madre, no era nuestra abuela pero sí era la abuela de mucha cinefilia, la señora mayor que con su amor por contar nos había contagiado de necesidad y ganas, nos había impulsado (no sólo ella) a dar algún paso, aunque fuera algún estudio relacionado con la elaboración de historias, con su tratamiento audiovisual. Y encima era mujer. Me da igual si dejan de leer a partir de ahora, si en esta sociedad de ahora que se supone más igualitaria, algún hombre heterosexual se siente damnificado por esta afirmación. Ser mujer en el mundo artístico no es fácil. Hay quienes creen que no se conocen más mujeres cineastas es porque no tienen talento. Es una vergüenza. No se conocen tantas, porque no tienen las mismas oportunidades. La cosa se va revertiendo, pero lo cierto es que Vardá empezó en la Nouvelle Vague, años 60 y lo tenía todo en contra. Para empezar ese grupo lleno de enormes individualidades, todas masculinas claro: Godard, Rivette, Truffaut, Malle, Chabrol, etc. Pero Agnés no se dejó amedrentar y continuó su carrera consiguiendo también un estilo propio, basándose en la observación y en el terreno documental. Fue indagando mientras vivía y, en ocasiones, ambas cosas se fusionaban sin entender ella misma cual era la realidad, su realidad, y cuál la ficción que quería crear.
Hace poco tiempo nos dejó un poco huérfanos de su cine. La creadora de Cleo de 5 a 7 o de Los espigadores y la espigadora se marchó pero tenía un comodín en el bolsillo, una carta de amor a los que empiezan a estudiar cine, a los que se interesan por su obra, a los que como yo admiramos su trayectoria y queremos aprender cómo consiguió ser admirada internacionalmente siendo mujer y directora.
Y nos regaló esta masterclass de casi dos horas de duración, donde la cineasta francesa desgrana sus métodos, su trabajo con los actores y actrices, su elección de espacios, de historias, su forma de enfrentarse a los rodajes, haciendo un repaso por toda su filmografía…
La película no tiene nada a nivel formal, es simplemente una clase del cine de Agnés Vardá impartida por la propia cineasta. Es una maravilla para cualquier estudiante audiovisual y debería ser visionada en cualquier instituto en Bachillerato de artes al menos, a pesar de que como producto audiovisual, la cinta sea pobre y monótona. Pero Agnés no era tonta. No quería darnos un Oscar al mejor documental, sino terminar su legado haciendo un repaso a todo lo que nos ha dejado. Muchas gracias Vardá. Se te extrañará.
Premios: Festival de Berlín: Sección oficial (fuera de concurso)
Sinopsis: Un documental de Agnès Varda que arroja luz sobre su experiencia como directora, brindando una visión personal de lo que ella llama «escritura de cine», viajando desde la Rue Daguerre de París a Los Ángeles y Pekín.
Nota: 6