Spiderman – Lejos de casa (Jon Watts, Estados Unidos, 2019)
Tom Holland vuelve a ser Spiderman en tierras europeas. El Spiderman que más nos gusta, el juvenil, el divertido y el imperfecto.
A Tom Holland se le pueden criticar pocas cosas, vídeo de Rihanna aparte. Su insultante juventud, su escultórico cuerpo, su mirada angelical, sus dotes interpretativas, su carisma, su carácter amable, su simpatía…ya le habían convertido en un superhéroe mucho antes de que Marvel llamara a su puerta. Un superhéroe de los que ya no hay, una persona especial dentro de esa marabunta de gente egocéntrica, creída, superficial y que se limita a realizar sus interpretaciones para ganar unos cuantos millones de dólares. Tom Holland es un jovencito diferente. No necesita capa y espada, no necesita telerañas, su simple presencia engrandece la pantalla y la libera de cualquier tipo de prejuicios.
Esta secuela del personaje araña, dirigida también por Jon Watts (al igual que lo fue Spiderman Homecoming), hace de epílogo a la sorprendente, excesivamente larga pero con un amargo final dramático Los vengadores: Endgame, la saga fenómeno de nuestros días.
Cuando se es adolescente, tu máxima preocupación reside en pasártelo lo mejor posible y aprobar el mayor número de asignaturas posibles para contentar a tus padres y tener tiempo para ligar con alguien que te atraiga. Pero para Peter Parker ni unas vacaciones pueden servir para desconectar. Desde la escena definitoria vemos como aunque no quiera, el traje de Spiderman va a viajar en su equipaje. Peter Parker no es un adolescente cualquiera, es un vengador y, por tanto, tiene que salvar al mundo de vez en cuando. Adiós juegos, adiós citas, adiós tranquilos paseos por Venecia, son gajes del oficio.
El niño que protagonizaba Homecoming se ha convertido en un adolescente casi adulto. Sus poderes están aumentando y su lógica es cada vez más racional aunque su humanidad le convierte en un ser que tropieza una y otra vez, que comete errores, peligrosos y dolorosos, pero que intenta con cada paso, hacerlo lo mejor posible, para no defraudar a nadie. Sobre todo, a sí mismo.
Curioso es que uno de los temas principales de esta saga, al menos desde que la protagoniza Tom Holland sea el autoestima. A ningún superhéroe se le pregunta si desea serlo, si desea perderse citas, paseos, por salvar el mundo. Los vengadores de Marvel suelen hacerlo y Spiderman es su mejor ejemplo. Luchar no sólo contra el mal sino luchar contra los prejuicios y contra la opinión generalizada, contra los juicios de valor y contra cualquier impedimento que se pone ante nuestras metas. Es el vivir y sobrevivir de la rutina de cualquier adolescente. Y por eso, Spiderman nos encanta, porque nos retrotrae a aquellos años y nos presenta el mundo que podría haberse puesto a nuestros pies si nos hubiéramos creído superhéroes.
Zendaya, una joven estrella infantil que hemos visto en El gran showman y que veremos en la nueva adaptación de Dune, interpreta a MJ, el objeto de deseo de Peter Parker. Esa necesidad manifiesta de hacer que todos los superhéroes encuentren su media naranja es bastante pesada y aburrida, pero lo cierto es que dada la edad de ambos, en esta película es llevadero, divertido y hasta tierno.
La idea de Jon Watts se le ocurrió en la campaña de promoción europea de Spiderman Homecoming (2017). Se imaginó a Peter Parker interrumpiendo sus placenteras vacaciones veraniegas por Europa con sus amigos por tener que salvar el mundo. Para ello nuevos personajes para la saga como Misterio (encarnado por Jake Gyllenhaal), potencial aliado de Spiderman…
Quizás lo mejor de esta fantasía llena de testosterona, buenas intenciones y mucho humor sea ese prodigio técnico y de efectos especiales que nos hacen replantearnos ahora como hubiera sido, por ejemplo, Matrix, hace 20 años, si se rodase con las tecnologías de la actualidad.
Algunas batallas, entre la luz y las sombras, la realidad y la realidad paralela, en un juego de espejos constante, en el que nada es lo que parece, se encuentran entre lo mejor de todo el universo Marvel, del que como sabéis, no soy demasiado fan, pero es cierto que Spiderman me cautiva desde estas dos últimas entregas.
¿Será por Tom, sólo?
Trailer Spiderman Lejos de casa (Cuidado hay spoilers para los que no hayáis visto Vengadores: Endgame.)
Sinopsis: Peter Parker decide irse junto a MJ, Ned y el resto de sus amigos a pasar unas vacaciones a Europa. Sin embargo, el plan de Parker por dejar de lado sus superpoderes durante unas semanas se ven truncados cuando Nick Fury contacta con él para solicitarle ayuda para frenar el ataque de unas criaturas elementales que están causando el caos en el continente. En ese momento, Parker vuelve a ponerse el traje de Spider-Man para cumplir con su labor.
Nota: 7