Respira (Christian Zübert, Alemania): Alientos de la Troika

El 29 de enero se estrenó este drama alemán en cines de toda España gracias a la distribuidora Karma Films. 

¿De qué va?
Elena viaja de Grecia a Alemania intentando conseguir un futuro.  Allí comienza a trabajar de niñera para Tessa, quien se debate entre su trabajo y su maternidad. Elena disfruta cuidando a Lotte, de un año y medio e incluso se está haciendo amiga de Tessa. Pero Elena pierde a Lotte, en un descuido. A partir de ese momento sus vidas cambiarán para siempre.
Ein Atem, Christian Zübert
                                              Las dos protagonistas haciéndose amigas.
¿Por qué verla?¿O por qué no?
Grecia/Alemania. Una dicotomía más que europea, universal. El pobre contra el rico. El que pide contra el que tiene. La que busca el rescate y la que lo otorga. Una relación de paternalismo dominante ejercida por el azote de Europa. Esta película, aunque sea como metáfora habla de eso que llamamos «Las dos europas». Una metáfora cruel, intensa pero a la vez simplona y fácil. El drama, porque en realidad lo es, se torna un thriller y peca precisamente de tener la apariencia de no querer serlo.
RESPIRA - Foto 3 (prensa)
               La película se va convirtiendo poco a poco en un thriller aunque le gustaría seguir siendo un drama.
Quizás la mayor virtud también se convierta en defecto, porque lo que tiene Respira son dos interpretaciones que saben relatar los personajes desde la comprensión y la empatía; pero como a la vez la película carece de una construcción de personajes férrea y verdaderamente empática, las interpretaciones se vuelven casi caricaturescas.
Ambas son mujeres, tienen que conciliar su vida personal y familiar y se someten a un juego del destino donde como en Europa nadie se sabe ayudar y nadie tiene al final la culpa de nada.
En esa metáfora de la que hablábamos al inicio, el cineasta (alemán) peca de revanchismo y se lleva su cinta al terreno de la culpa, de la ayuda dolorosa. Y lo que parecía ser un discurso algo decepcionante en pro de la ayuda entre pueblos, la solidaridad se convierte en un problemático y peligroso discurso demagógico y populista.
«Si sufres te ayudaremos. Te daremos cobijo, cobertura sanitaria, comida, ropa… pero mira lo que lo que ganamos nosotros si te ayudamos: Perdemos una hija, por tu culpa, por vuestra culpa»…
¡Respirad, que aún nos queda mucha Troika!
RESPIRA - Foto 10 (prensa)
                                          La protagonista conociendo «la que se nos viene encima»

 

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