Perfect days (Win Wenders, Japón, 2023)

El consagrado director de París, Texas y Palma de Oro en 1984, vuelve a Cannes con un largo de ficción, Perfect Days, una historia voluntariamente menor ubicada en Tokio y consigue el premio para Kôji Yakusho, su protagonista.

Perfect Days comenzó como un proyecto de cortometraje, encargado por las autoridades japonesas, con la intención de celebrar su sistema de baños públicos de última generación, diseñados por arquitectos y adornados con arte, pero Wim Wenders, junto con Takuma Takasaki que coescribe el guion, lo lleva al largo para mostrar el día a día de Hirayama encargado de la limpieza y el cuidado de estos estupendos aseos públicos.

Lo que veremos en la primera mitad de la película es una sucesión de días, donde no hay espacio para la novedad o la sorpresa. El protagonista, el fantástico Kôji Yakusho( Babel, Shall we dance?) se complace en una existencia monótona y rutinaria donde parece vivir en armonía y a su manera feliz. Y muestra el rigor por el trabajo bien hecho, la búsqueda de la excelencia aun en un trabajo tan poco reconocido.

Cada mañana, sale de su modesta vivienda y tras sonreír al cielo del nuevo día con gratitud, Hirayama emprende su jornada laboral, donde la única variedad será la música que escucha, siempre en cintas de cassete, anglosajona y de las décadas de los 60 y 70. Escucharemos The Animal, Patti Smith, Van Morrison y Perfect Days de Lou Reed, la música preferida del propio director, que será la única música que sonará durante la proyección.

Luego volverá a su casa y leerá a Patricia Highsmith y William Faulkner.

Winders le aporta un valor no sólo sentimental a los soportes que utiliza en la música y en la fotografía, propios de su juventud, que adquieren un aire sofisticado y exquisito en la actualidad.

En los descansos del trabajo se complace con la contemplación de las sombras, que fotografía una y otra vez en su cámara de carrete, reveladas en su día de descanso y que guardará meticulosamente seleccionadas y ordenadas.

Parece no alterarle nada, pero tampoco vive al margen de lo que pasa a su alrededor, por el contrario, siempre está dispuesto a ayudar, en alguna ocasión no se sabe si es por bondad o buscando que le dejen volver a su ordenada existencia.

Hirayama apenas habla, parece un fantasma que esconde sus secretos. Pero se intuye una vida anterior muy diferente a la actual. Una existencia Intelectual y adinerada, que queda más patente tras varias visitas familiares, en la segunda parte de la película.

Wenders aporta pistas sin desvelar nada, dejando al espectador que saque sus propias conclusiones, rellenando los huecos argumentales que quedan. Este elogio nipón de la rutina esconde mucho más de lo que parece.

Es pública la admiración de Wenders por Ozu y se refleja en la creación del personaje, donde el estupendo trabajo de 14, ofrece toda la gestualidad necesaria para crear un complejo personaje.

 

Festivales y premios:   76 festival de Cannes 2023: nominada a Palma de Oro, Mejor Actor (Koji Yakhuso)

                                        71 festival de San Sebastián 2023, proyectada en Perlak

Sinopsis:  Hirayama parece totalmente satisfecho con su sencilla vida de limpiador de retretes en Tokio. Fuera de su estructurada rutina diaria, Disfruta de su pasión por la música y los libros. Le encantan los árboles y les hace fotos. Una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado.

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