Isla perdida (Fernando Trueba, España, 2024)

El mayor de los Trueba se estrella con esta suerte de thriller protagonizado por Aida Folch y Matt Dillon. 

 

Cuando lo único atractivo que tienes para contar al espectador es un lugar privilegiado en el que veraneas; cuando ni los personajes tienen alma, ni el objeto de sus intenciones tiene fuerza; cuando no hay un guion consistente y las decisiones de dirección son cuanto menos, cuestionables, el barco va zozobrando hacia la deriva.

No basta con una preciosa Aida Folch siempre, ni con el buen hacer de un Matt Dillon entregado a la causa, la película se va estrellando poco a poco y no hay estructura concreta que la salve.

Un naufragio a la deriva de una isla a todas luces preciosa. Pero con un guion que raya lo ridículo. Hay que verlo para creerlo. Si la intriga se va construyendo a golpe de bronca y con calzador, su resolución da para libro de lo que no hay que hacer en un guion. Al menos lo que no hay que hacer si el género predominante de la película quiere ser el drama, thriller. Si no se tiene claro, y se quiere optar por la comedia, entonces han dado en el clavo.

El guion está escrito por Trueba y por uno de los guionistas de la película italiana State of Consciousness, Rylend Grant. La banda sonora corre a cargo del compositor de la trilogía de los colores de Kieslowski: Zbigniew Preisner.

Parece que ya ha pasado la belle epoque del mayor del clan Trueba, al menos sin animaciones mediante.

 

Sinopsis: Álex es una española que comienza un nuevo trabajo como camarera en un restaurante de una isla perdida. A pesar de ganarse rápidamente el corazón del brasileño Enrico, Alex se enamora de Max, el gerente norteamericano del establecimiento. Mientras su amor florece, se empiezan a descubrir inquietantes pistas sobre el oscuro y misterioso pasado de Max.

 

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