Identidad borrada (Joel Edgerton, Estados Unidos, 2019)
Estaba Boy erased (Identidad borrada) preparada para ser una de las películas más laureadas del año 2019. Sus opciones a los Oscar eran claras con un reparto encabezado por el siempre estupendo Lucas Hedges (Manchester frente al mar) y con unos progenitores de la categoría de Nicole Kidman y Russel Crowe, en liza por la estatuilla dorada; No sólo tenía posibilidades por su plantel ni por su equipo técnico o artístico. Se trataba de la segunda película de Joel Edgerton, el actor, director y guionista australiano creador de El regalo. Además la película por fin se dignaba a hablar de las famosas terapias llamadas de reconversión de adolescentes homosexuales, haciendo hincapié en la actualidad de América a través de la adaptación de un famoso libro que contaba con testimonios reales. Es decir, lo tenía todo, y sin embargo, conforme los sindicatos fueron olvidándola sus opciones se fueron difuminando y la película fue condenándose poco a poco al olvido.
Quiero pensar que una película sobre esta temática da para mucho más que Identidad borrada, voy a hacer mías unas palabras de mi amigo Nestor Juez (Celuloides en remojo) para hablar de los Goya de los últimos años, que premian a las películas por sus temáticas, independientemente de si tienen calidad o no. Identidad borrada se ha quedado fuera de los Oscar y aunque un poco ambiguos en sus elecciones, esta vez sí que tiene lógica: El centro de una cinta, su núcleo, lo que se cuenta, carece de la emoción que debería tener. Emociona pero únicamente porque es emocionante la historia de cualquier chaval que haya sobrevivido a esas horripilantes terapias, pero no por su historia personal en sí.
Quiero pensar que una película sobre esta temática da para mucho más que Identidad borrada, voy a hacer mías unas palabras de mi amigo Nestor Juez (Celuloides en remojo) para hablar de los Goya de los últimos años, que premian a las películas por sus temáticas, independientemente de si tienen calidad o no. Identidad borrada se ha quedado fuera de los Oscar y aunque un poco ambiguos en sus elecciones, esta vez sí que tiene lógica: El centro de una cinta, su núcleo, lo que se cuenta, carece de la emoción que debería tener. Emociona pero únicamente porque es emocionante la historia de cualquier chaval que haya sobrevivido a esas horripilantes terapias, pero no por su historia personal en sí.
Tiene algunas secuencias logradas y varios cameos importantes como el de Xavier Dolan y Troye Sivan (cantante), como dos jóvenes que se encuentran en el mismo centro que el protagonista o el propio Joel Edgerton que hace el papel del líder adulto y mentor del grupo. Troye Sivan por cierto compone una preciosa canción para la película que lleva por título Revelation y que se encuentra entre lo mejor de la propia cinta. Nada que reseñar de su dirección ni de su puesta en escena. Una decepción en toda regla que desearíamos de corazón que nos hubiera gustado tanto como al resto.
Premios: Globos de Oro: Nominada a mejor actor drama (Lucas Hedges) y canción
Critics Choice Awards: Nominada a mejor actriz sec. (Kidman)
Satellite Awards: 4 nominaciones incluyendo mejor actor drama (Hedges)
Sinopsis: El hijo (Lucas Hedges) de un predicador baptista de una pequeña ciudad norteamericana, se ve obligado a participar en un programa para «curar» su homosexualidad, apoyado por la Iglesia. Cuando a los 19 años Jared Eamons (Lucas Hedges) cuenta a sus padres Nancy y Marshall Eamons (Nicole Kidman y Russell Crowe) que es gay, el joven comienza a ser presionado para que asista a un programa de terapia de conversión gay, o de lo contrario será rechazado por su familia, su amigos y la iglesia. Dentro del programa Jared entrará en conflicto con el terapeuta jefe Victor Sykes (Joel Edgerton).
NOTA: 6