Girl (Lukas Dhont, Bélgica, 2018)

Lukas Dhont estrena en cines la película belga Girl, su debut para la gran pantalla con la transexualidad como leitmotiv y con una interpretación estelar del joven Victor Polsner. Vértigo Films nos la trae a los cines españoles. 

Algunas películas llegan para quedarse. El periplo de esta pequeña cinta belga comenzó en la fiesta del cine por excelencia, concursando en la sección un certain regard del Festival de cine de Cannes donde ganó la preciada Cámara de Oro a la mejor película que reconoce a la mejor ópera prima presentada en el certamen en cualquiera de las secciones. Luego fue elegida por Bélgica para los Oscar, convirtiéndose en una rival a tener en cuenta que podría medirse a Japón, Polonia, Corea del Sur o Alemania en la próxima carrera por la estatuilla. Por último, no sin polémica y estampida final en el pase de prensa de la ciudad donostiarra, la película ha conseguido el Premio del público a la mejor película europea en San Sebastián.

Nos faltaba la película definitiva sobre la transexualidad y posiblemente esta tampoco lo sea, pero se le acerca. Si entre los mejores ejemplos encontramos a Boys dont cry, Laurence anyways, Todo sobre mi madre o Hedwig and the angry inch, (recordad nuestra lista de mejores películas LGTBI de la historia, en la que participaron muchos amigos); no hay que olvidar que normalmente la transexualidad no se refleja en sus edades más vulnerables: La infancia y la adolescencia.

«No quiero ser un ejemplo, sólo quiero ser una chica». En la transexualidad adolescente la autoestima es lo primero y a Lara le cuesta quererse, le cuesta aceptarse y en eso siempre tiene un papel predominante la sociedad conservadora, contaminante, opresora e inculta. Lara no es mujer porque no le dejan serlo y eso conlleva un perjuicio emocional y psicológico arduo y doloroso para cualquier joven.

Lukas Dhont dirige con maestría al joven Victor Polsner, en una interpretación antológica sin parangón, donde el chaval se desnuda emocionalmente y deja dar rienda suelta a su feminidad. En la presentación del personaje se nos descubre a una Lara que para probarse a sí misma y a las demás, se adentra en un mundo lleno de disciplina, trabajo y machaque corporal y físico: el ballet, donde cada gesto, cada movimiento, cada obstáculo es analizado al detalle por todas las miradas inquisidoras. El ballet como espejo de su propia vida: su meta de ser mujer se contrampone unilateralmente a su meta como bailarina, donde únicamente quiere no destacar, sólo quiere ser una chica y que nadie la juzgue por no parecerlo. Nada que ver con Yuli de Bollaín donde el ballet se presenta como una pasión sencilla, sin dificultad, en contraposición a lo narrado por Billy Elliot, Las zapatillas rojas, Cisne negro o el documental de Wiseman: La danza, fiel reflejo dentro del cine observacional de la constancia, la lucha y el ahogo físico que representa el mundo del ballet.

Debemos advertir que Girl debería ser expuesta en centros educativos pero que después de haber presentado unos caracteres con sensibilidad y con buena elección de diálogos y de conflictos, el desenlace, aunque coherente, puede chocar en su desarrollo a muchos espectadores, es lo más cuestionado y cuestionable de una cinta donde todo lo demás funciona y que es muy necesaria.

Premios:
2018: Cannes: Un Certain Regard: Mejor actuación, ópera prima y FIPRESCI
2018: Festival de San Sebastián: Premio del Público a la mejor película europea

Sinopsis: Lara es una chica de 15 años, que nació siendo niño y sueña con convertirse en bailarina.

Nota: 8

 

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