E Agora? Lembra-Me (Joaquim Pinto, Portugal, 2013): Supervivencia filmada

e-agora-lembra-meLa vida es un viaje  con billete de vuelta. La vuelta será más rápida o más lenta en función de los caminos que transitemos, de la suerte que tengamos, de lo que conozcamos y de todo lo que se nos presente. La vida (el viaje) de Joaquim Pinto, un hombre ligado al cine desde su juventud, transitó como sonidista por algunos de los mejores cineastas portugueses o internacionales del momento. Después se adentró en otro camino, una vertiente nueva, la dirección.  Y la vida le llevó a transitar por dos difíciles enfermedades: El VIH y la Hepatitis. Su billete de vuelta parecía estar cada vez más cerca, pero con arrojo y con toda la fuerza que aún le quedaba (y no era poca) decidío plasmar estos momentos de dolor, de desgana, de lucha, de impotencia y de amor, porque sin él seguramente no habría sobrevivido, en una película, la que nos ocupa.

Hace unas semanas, Márgenes, hasta ahora una web de cine independiente y de autor, con video on demand, anunciaba que se convertirían también en distribuidora y es una noticia estupenda y preciosa, porque tras la salida de escena de la única distribuidora realmente libre: Eddie Saeta (Lluis Miñarro), se necesitaba nuevas voces que apostaran por un cine de autor diferente y comprometido. E Agora? Lembra-Me  de Joaquim Pinto es la primera apuesta de esta pequeña y fascinante distribuidora: Márgenes Distribución. Atención: En nuestro país vecino se hace más cine que el de Manoel de Oliveira, recientemente fallecido. De allí vienen cineastas de la categoría de Raul Ruiz, Joao Cesar Monteiro, Joao Pedro Rodriguez o quien nos ocupa: Joaquim Pinto. Y bien, ¿Quién es Joaquim Pinto?

Si comparamos sus cinco películas como director con sus más de 100 como sonidista; al menos nos queda claro que lleva toda su vida dedicada al séptimo arte. Y entonces, ¿por qué no sabemos más de él? Tan sencillo como que  este cine ni siquiera llega a estrenarse nunca en España. Creo recordar que fue Misterios de Lisboa (la creación póstuma de Raul Ruiz) la última película portuguesa estrenada en España comercialmente. Quizás porque concursó en San Sebastián y acabó consiguiendo el premio al mejor director. Quizás por ser una grandísima película y obra póstuma pero es triste que los vecinos del oeste no puedan ver estrenadas sus películas en nuestros cines.

Ya sabemos quién es Joaquim Pinto y ahora falta presentar su película: E Agora? Lembra-Me es un diario filmado. El director nos narra de manera documental como dos enfermedades como la Hepatitis y el VIH le hacen valorar cada segundo de existencia y todo lo que hay a su alrededor. Un año de vida, un año de terapia. Joaquín es como un Don Quijote perdido y cautivo de la vida, de su enfermedad y de su profesión y Nuno su marido es un Sancho Panza bastante más delgado, fiel escudero y amante, fiel amigo y esposo que acompaña a su ingenioso hidalgo en cada uno de sus trasiegos. En el diaro documental Pinto se permite realizar alguna crítica al sistema sanitario español, a los recortes de la crisis y a su propia situación de desamparo. Lo hace y se le permite porque lo sufre en sus propias carnes.

Uno de los cenits de esta cinta está en la narración que va entremezclando la ardua terapia con fragmentos de la vida, la obra y los sentimientos de su protagonista Joaquin Pinto. En la vida nada es lineal, en cada circunstancia se van cruzando otras tantas, que al final tendrán más o menos importancia, pero siempre estarán ahí.

Es una cinta de contrastes, por un lado el mundo interior de Pinto, sus dolores, sus anhelos, sus sueños, lo que no se ve, lo que se plasma con miradas, con su rostro impenetrable. Por otro la naturaleza viva (y muerta también y quemada) que se abre a nuestro paso. Por un lado el amor físico, emocional y por otro lado el amor químico: las pastillas. Todo sigue dándole cuerda a su vida. Con dosis menores de cada cosa Pinto no viviría para contarlo.

Cuando te plantas delante de un papel en blanco y decides de qué será tu próxima película, desnudarte ante la cámara (implícita y explícitamente) suele ser la última opción posible. Se trata de filmar la vida, o incluso la muerte, el acecho de ella, se trata de documentar la angustia y la desesperación de una manera reflexiva y a la vez poética pero sin efectismos. Porque la vida es eso (y también la espera de la muerte) un devenir de problemas que se van solventando con mayor o menor acierto, dolor, mucho dolor y a la vez algo o alguien que nos hace sonreir de vez en cuando y por el que merece la pena todo.

Desde que el hombre es hombre, muchas han sido las epidemias. Muchas han sido las enfermedades que han diezmado a la población. Cuando en los 80 empezó a surgir «el cáncer para los gays», el Sida era todo un desconocido. Si quieren ver una buena miniserie de tv sobre el tema: The normal heart (dirigida por el creador de Glee, American Horror Story o Nip Tuck: Ryan Murphy). Pero esto no es eso. Esto es mucho más, esto es la vida, la enfermedad y la muerte. Esto es el amor y también el cine, que para quien suscribe están intimamente ligados. No se la pierdan.

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