Documenta Madrid: ¿Por qué conocemos tan poco del terreno documental?
Pongámonos una jugosa tarea. Intentemos recordar los mejores documentales de este siglo XXI:
Cada uno que haga un ejercicio casi sobrehumano y piense en algún título que realmente le haya calado hondo. ¿Sobrehumano? ¿Defendéis el cine de autor? ¿El cine pequeño? ¿y criticáis el documental? No, no se confundan, sobrehumano, porque siendo uno de nuestros géneros favoritos, difícil es que se estrenen películas que no sean siempre de los mismos. Parece que só hacen documentales los estadounidenses o los españoles. Difícil es, muy difícil que llegue un documental europeo. Sonados son los casos, porque suelen ser muy buenos. Por ejemplo, los dos mejores documentales de los dos años anteriores. En 2013 el mejor documental estrenado en salas fue The act of killing y venía de Dinamarca (precisamente ganó Documenta Madrid el año pasado); el año anterior el mejor documental estrenado fue Searching for sugar man, una delicia musical que provenía de Suecia.
Y hablamos de cine europeo, ¿y los documentales asiáticos? ¿y los hispanos? ¿Los africanos? ¿Los autralianos? Cosas de la distribución en España. Después de años y años esas cinematografías, si ya en ficción se nos escapan, en documentales pareciera que no existieran.
Cuidado, no decimos que en Estados Unidos no se hagan grandes documentales, la lista sería innumerable: Capturing the Friendmans, The cove, The devil and Daniel Johnston, Tarnation, Man on wire, Exit trough the gift shop; tampoco que en España no se realicen grandes obras de no ficción: Las alas de la vida, Mon petit, 30 años de oscuridad, La casa Emak Baiak, De niños, Pura vida…
Lo que venimos a denunciar y nuestras armas son las palabras, es que no tengamos acceso a más cinematografías documentales, que no podamos asombrarnos por igual con un documental de Tailandia que con uno francés.
Hablando del cine francés, por cierto, cuenta entre sus cineastas con uno de los más certeros e interesantes: Nicolas Philibert, quien con Ser y tener realiza una emocional y observacional mirada hacia la importancia de la enseñanza y sus métodos en los niños de menos edad.
Pero estábamos en esa tarea del inicio, pensar en ese documental que nos hubiera realmente marcado en este Siglo XXI. ¿Ya lo tenemos? No me lo digan, sólo recuérdenlo. Y ahora contéstense a estas preguntas.
1) ¿Es estadounidense, francés o español?
2) Existen varios tipos de documental: El que cuenta una historia a través de las entrevistas con personas que puedan dar la visión que el director quiere dar sobre el tema (o la contraria o incluso la mezcla); el que expone lo que la cámara ha conseguido grabar durante días, semanas o incluso meses y encuentra su historia en el montaje de no más de cuatro horas de muchísimas grabadas; el que persigue realizar un cine más experimental desde las imágenes y los sonidos grabados en tono documental… Piensen si su documental, ese que han elegido, pertenece a los primeros.
3) Si tuviera que comparar ese documental con cualquier película de ficción cuál ganaría?
Ahora con las tres preguntas contestadas, intenten hacer un último esfuerzo: ¿Crees que conoces bastante sobre el documental? ¿Sobre sus tipos? ¿Crees que ya nada puede sorprenderte¿ ¿Crees que le das la importancia suficiente a este género?
Piensen que la ficción se ha creado para recrear acontecimientos, lugares, sentires, que existen en la vida real. Por ello el documental es la verdad (nunca del todo objetiva, porque siempre tendrá una cámara delante) más cercana.
Pero no queremos ser dogmáticos. Asi es que simplemente queremos recomendaros si vivís en Madrid o tenéis la posibilidad de venir y pasar unos días que os paséis por el XI Festival Documenta Madrid en la Cineteca (Matadero). Allí descubriréis muchas cinematografías, muchas miradas, muchas salas que difunden este cine más pequeño. Descubriréis otros tipos de documentales y podréis dialogar con sus creadores de una forma abierta y cercana. El festival comienza hoy y se termina el próximo 11 de mayo.