Documenta Madrid Día 3: Melgar magistral, Himmler y Nepal.
Empezamos el día con una clase magistral de ese absoluto descubrimiento que está siendo Fernando Melgar. Fernando nace en Tánger en 1961 de padres andaluces, sus padres tienen que emigrar a Suiza y por ello, él pasa la mayor parte de su tiempo en este país y actualmente cuenta con la doble nacionalidad: española y suiza. Dice que realiza un «cine de la culpabilidad consciente y de la intranquilidad, de la situación no confortable; cine de la contemplación activa de la realidad y de la reflexión» o que «le gusta encontrar en otros lo que tenemos en común». Su razón de hacer cine es dar la palabra a quien no la tiene, compartir (porque quizás esa sea la base de hacer cine) pero de la manera menos convencional, grabando su rutina, su día a día, no entrevistándole. Para que seamos los espectadores los que emitamos juicios de valor. El documental primero coge la realidad y después la piensa. Eso con la ficción es precisamente el caso contrario.
Nos pone un ejemplo para que entendamos su visión sobre el cine y la realidad. Es la televisión. Nos dice que la televisión acude a la realidad cuando ya hay noticia y nos la documenta, pero la realidad es grabarla cuando ocurre no cuando ya es noticia. La televisión no es realidad.
El cine debe ser la manera de compartir, de dar la palabra, de hacer pensar en el mundo que nos rodea. Hay cosas que no explica en su cine porque como bien dice «en la vida real hay muchas cosas que no tienen explicación».
Después de esta increible master class, sinceramente en la que más hemos aprendido sobre el trabajo de un cineasta en concreto, hemos esperado una entrevista que no llegaba, precisamente con Fernando Melgar, y nos hemos adentrado en su primera película, un retrato que recuerda a la primera película de Lluis Miñarro precisamente porque se trata de un retrato de sus padres y comenzó pensando que sería un documento familiar, memorable pero no público. Y sin embargo, una vez filmado, sintió la necesidad de enseñarlo, para que la gente debatiera, para mostrarles la realidad, su realidad, la de sus padres, la de unos seres que habían tenido que dejar su país a la fuerza, y que habían sido tratados en su otra tierra, Suiza, como escoria, como animales.
Fernando Melgar realiza, por tanto, en 1993, su primera película llamada Album de famille protagonizada por sus padres y al ser su primera cinta explora caminos que luego irá rechazando afortunadamente en el resto de sus películas: La utilización de música diegética y extradiegética, innecesaria porque si se graba la realidad, «cuando vas caminando por la calle no suenan tambores»; o la utilización de las entrevistas porque «si se graba realidad no tienes que preguntar lo que ocurre sino grabarlo». Aún así este pequeño documental también tiene el ritmo y la sensibilidad a las que nos tiene acostumbrados Melgar estos días.
Después de estos retazos de veracidad sobre su familia nos hemos adentrado más en su persona, porque hemos tenido el placer de realizarle una pequeña entrevista que pronto podréis leer en estas páginas. Gracias a Jesús López Alarcón de Cineaciegas, donde también podréis ver el vídeo de la entrevista.
Y por la tarde, como siempre, nos volvemos a la sección oficial.
- Nepal forever ha sido nuestra primera decepción oficial. Es una comedia documental que no nos ha hecho demasiado gracia. No dudamos que lo intente, pero no nos llega, nos aburre soberanamente. Dos leninistas convencidos preocupados por la marcha del comunismo global. Desde Rusia llega esta historia que viaja a Nepal también para realizar mítines con mucho cachondeo y esperanza regeneradora. Pero el documental flaquea quizás en su inconsistencia, en su fragilidad.
- The decent one es otra gran obra presenta en sección oficial. Conocer la figura de Himmler el líder de las SS, desde un retrato visceral siguiendo sus propias misivas. Conocer su pensamiento y su vida desde niño, lo que conocía su mujer sobre la Solución Final, lo que conocía su propia hija. Todo mezclado con imágenes de archivo sonorizadas con absoluta magia y destreza. Todo sacado también de un archivo encontrado en Israel al que tuvo acceso la directora y se puso a investigar. Duele, duele esta cinta. Un hombre obsesionado con la decencia que fue uno de los mayores asesinos de la historia, ya que mató y ordenó aniquilar a cualquier hombre, mujer o niño que no guardara los patrones de decencia que él pensaba que eran los adecuados. Absolutamente imprescindible, sobre todo, por tener acceso a su privacidad, por conocer la locura desde sí mismo, desde sus palabras, su pensamiento y las acciones de las que se vanagloriaba. Esta tarde tienes otra vez la oportunidad de ver esta gran película israelí.