David Lynch, The art of life (Rick Barnes, Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm, Estados Unidos, 2016)
Estrenada el viernes 31 de marzo por Vertigo Films.
Conocer y reconocer al genio Lynch. Este es el propósito de esta película documental, que puede resultar fascinante si entendemos desde el principio que el objeto de estudio es un cineasta inclasificable, con un sello de autor único e impenetrable.
Si alguna vez habéis visto una película de Lynch, os habrá trasladado a diversos lugares, porque sus películas son viajes astrales, indescriptibles y antológicos. Sólo por ello, ya nos preguntamos, qué pasará por su mente.
De todos (los cinéfilos al menos) es conocido su interés por la meditación y esta película nos abre la caja de pandora de los recuerdos y todo lo vivido, para entender porque esa profunda meditación le es clave a la hora de crear, de crear cualquier cosa, porque por mucho que Lynch destaque dentro del mundo audiovisual la ansiedad y necesidad de un creador no entiende de arte, sino de artes en plural.
No siempre tiene uno la oportunidad de escuchar a un genio hablar sobre su dia a día pero, sobre todo, sobre las inspiraciones, los sueños y las pesadillas que llevan a Lynch a dibujar, componer, escribir o dirigir sus películas. Desde la oscuridad, lo tenebrosos, lo perturbador, lo inquietante hasta lo luminoso, lo esplendoroso y lo perfeccionista, todo tiene cabida en su obra.
Este documental está dirigido a seis manos por Rick Barnes, Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm y presenta un hilo conductor imprescindible, el del propio autor David Lynch, quien a través de los recuerdos del pasado y de las anécdotas del presente, desgrana sus inquietudes para crear una obra ambigua, diversa y extensísima que explora mucho más lo pictórico que lo cinematográfico.
David Lynch: The art of life acierta al situarnos frente a Lynch porque pareciera que mantenemos con él una conversación, pero en la propia virtud guarda también un defecto. Al ser un documental del subgénero biográfico que en su formato utiliza la entrevista; la estructura se vuelve completamente convencional. Lynch expone los pormenores de su obra mientras en pantalla vemos parte de ellas.
Para los fans de Lynch, será un rencuentro taciturno, voyeur y narrativo (en la medida de lo posible) con el autor y para los que aún no se han acercado a su obra (herejes o perdidos) será un preludio inicial ameno y relevante que les permitirá (si quieren) dejarse seducir luego.
Sinopsis: «David Lynch: The Art of Life» muestra los retratos, la música y la primera obra de Lynch, iluminando los rincones más recónditos de su mundo tan peculiar y único.
El genuino director nos lleva a un viaje íntimo a través de los años formativos de su vida. Desde su idílica formación en Montana hasta las oscuras calles de Philadelphia, seguimos a Lynch mientras describe los momentos que le han llevado a ser uno de los artistas más personales de la historia. Y es que, ¿de dónde le vendrán esas ideas? Cualquier persona que haya visto una película del director de «Terciopelo azul» se ha hecho esta pregunta. «David Lynch: The Art of Life» ofrece algunas respuestas a esta cuestión, entrevistando en profundidad al cineasta mientras trabaja en sus cuadros. El resultado es una reveladora mirada a la intimidad de uno de los grandes genios de nuestro tiempo. (sinopsis recogida de Filmin).
https://www.filmin.es/pelicula/david-lynch-the-art-of-life (Se podrá ver en Filmin a partir del 12 de mayo).
NOTA: 6