Cheap thrills / Juegos sucios (E.L. Katz, Estados Unidos): Que noche la de aquel día
Imaginen el peor día de sus vidas. Imaginen que les echan de sus trabajos y que tienen que llegar a su casa, con su mujer y con su hija recién nacida para decirles que no sabes cómo podrás mantenerlas. Imaginen que deciden ahogar sus penas en alcohol hasta llegar a casa. E imaginen por último, que en esa barra un hombre parece regalarnos otra oportunidad, sólo si seguimos su juego.
En tiempos de la desconfianza y del miedo; en tiempos en que internet nos hace conocer a gente e incluso envalentarnos a tomar decisiones, sin saber demasiado sobre ellas, desconociendo las perversiones, las locuras o los antecedentes de cada individuo, dejarse convencer económicamente por un tipo que busca el espectáculo, el juego, no parece la mejor de las opciones.
La película plantea un juego ético de apuestas muy interesantes. Precisamente ésta es su mayor virtud y su mayor defecto al mismo tiempo. El contenido ético que posiblemente sea de lo más interesante de la propuesta pasa a un segundo plano atendiendo a las maquiavélicas pruebas y apuestas que se van sucediendo. Para que lo entiendan: la cinta se plantea como un Haneke y acaba siendo una cinta más de la saga de Saw.
Radical, visceral, tensa, con unos matices en la interpretación de su protagonista dignos de contar. La película sin duda se disfruta y se sufre. Su director ha sido guionista para otro grande del cine de terror en los últimos años: Adam Wigard (Tú eres el siguiente). Ha colaborado habitualmente con él y Cheap thrills se convierte en tu ópera prima. Destacamos sin duda su humor negro como una de las mejores bazas de la película. Obra con mucha energia, con mucha perversión, retorcida y que al menos nos habla de que en este director quizás tengamos una nueva mirada. Quizás.
Sinopsis: Craig, un padre de familia en plena crisis económica, ahoga sus penas en un bar cuando un desconocido le propone un trato: le dará cierta cantidad de dinero si va cumpliendo una serie de acciones, a cada cual más extraña y violenta. Lo que comienza como un juego terminará en delirio.
Puedes ver esta película en Madrid en la sala Artistic Metropol.