68ª Seminci de Valladolid: La llegada de Cienfuegos
Cuando un festival lo tiene todo a su favor; cuando las cotas de público son estimablemente altas; cuando tiene una determinada programación aunque con sus detractores por supuesto, si llega otro equipo a realizar allí otro festival que nada tiene que ver; la capacidad de aceptación del público será inversamente proporcional al trabajo realizado.
Para que no se pierdan ustedes entre afirmaciones enrevesadas, casi desde un punto de vista matemático, les contaré que la Seminci de Valladolid sigue existiendo pero no es el mismo festival que antes fuera, porque los festivales mutan, señores y lo hacen según sus equipos directivos.
Hay un hombre en España que lo hace todo, Jose Luis Cienfuegos, otrora el responsable de Gijón, quizás en sus mejores años, después fue director del Festival de Cine europeo de Sevilla, una cita ineludible para el crítico medio de este país, que cubrimos muchos años en esta web. Y desde hace un año, el responsable de este festival de la Seminci de Valladolid, para el que se ha traido a todo su equipo de programación de Sevilla y para el que ha montado en Pucela el mismo festival que venía haciendo en Sevilla recogiendo con un rodillo las pocas cosas que quería recuperar de la Seminci. El resultado es una programación ecléctica, mucho más extravagante e inquietante a la par que estimulante. Cine muchas veces en los márgenes de la distribución o al menos del beneplácito del público. Cine de autor controvertido, al menos no maniqueo, no facilón. El cine al que estábamos muy acostumbrados en Sevilla y que parece que en la capital pucelana estás costando más.
Denle dos o tres ediciones más. Déjenle hacer y cuajará. Estoy convencido. Y si no lo hace, ya se irá a hacer su festival a otra parte. ¿Será el nuevo Rebordinos?