19º Festival de cine alemán de Madrid: Cine social
No nos suele convencer la película que abre esta muestra, si bien el año pasado nos convenció Fukushima Mon, amour; lejos quedan ya la infantil visión de Destino Marrakech y este año inauguramos con una película polémica pero prescindible.
El Festival de cine alemán, a punto de llegar a las dos décadas, se pone de gala en una nueva sede tras el cierre de la Sala Palafox donde solía tener lugar; nos trasladamos a la Gran Vía, a los cines Palacio de la Prensa, que se van a convertir poco a poco en el nuevo Cine emblemático y festivalero tras acoger también la muestra de cine fantástico y de terror Syfy. Por lo demás todo sigue igual, los largos, los cortos, un ciclo especial que este año es de la ciencia ficción y el ciberpunk en el cine alemán, cine social, cine mudo, cortos de estudiantes y una semana estupenda para ver qué nos despara el cine alemán del último año.
- LAS FLORES DE ANTAÑO
Die Blumen von Gestern es la nueva película del director Chris Kraus (al que conocemos por Cuatro minutos que se estrenó en nuestras salas). El festival de cine alemán también proyectó Los diarios de Poll en su 13ª edición). Estuvo nominado a 8 Premios del cine alemán aunque no consiguió ninguno.
¿Y por qué digo que es polémica? Revisar el nazismo, hablar del holocausto y situar a sus personajes en un dilema moral y ético por encima del bien y del mal a través de un humor en ocasiones absurdo y también ambiguo, era tarea demasiado complicada para un director capaz pero abrumado por un argumento totalmente arriesgado sobre los conflictos bélicos y raciales sus vestigios y destellos en la sociedad actual.
Preguntas que buscan respuestas imposibles en un juego de investigación sobre la memoria y los pueblos, sobre la lucha y sus consecuencias, en un puzzle que llevó a su creador a investigar a su propio abuelo, criminal de guerra. La pareja protagonista interpretada por Lars Eidinger y Adele Haenel (La chica desconocida) se convierten en una pareja atípica más pesada que simpática y mucho más extravagante que convencional. Sus papeles están emocionalmente devastados y son ambivalentes en cuanto a su relación. La película cae muchas veces en el ridículo a través de las formas, del uso de una banda sonora melosa e innecesaria y sobre todo de los chistes que en ocasiones lastran un mensaje humano y conciso sobre las consecuencias perpetuas en el tiempo del exterminio de todo un pueblo.
Desde la comedia romántica hasta el revisionismo histórico-político; desde la crónica sentimental hasta la road movie de búsquedas, un sinfin de temas para una película correcta pero, como ya anunciábamos, prescindible, o al menos insuficiente.
- EL DÍA MÁS HERMOSO
El día más hermoso podemos verla en Movistar + en España. Florian David Fitz protagoniza y dirige esta cinta sobre la enfermedad y la muerte. Fitz es uno de los protagonistas de esta edición del Festival de cine alemán porque también protagoniza la película interactiva El veredicto. El día más hermoso (Der geilste Tag) es el segundo largometraje de Fitz como director (tras Jesús me ama) y esta vez lo protagoniza junto a Matthias Schweighöfer (también actor que ha probado a dirigir e interpretar con Todo un hombre o Rupturas por encargo. Pero por su carisma y por su atractivo físico, tenerles a los dos en una película puede suponer desde una comercialada con público espectante hasta un truño considerable…
Fitz se encarga esta vez también del guión sobre dos treintañeros que se enfrentan a la muerte tras ser diagnósticados con enfermedades terminales. A través de la road movie, Fitz y Schweighofer, que se conocen profesional y personalmente dan rienda suelta a una química especial y se autodescubren viajando por África y buscando ese día más hermoso que haga que todo valga la pena antes de morirse. La película es predecible hasta niveles insospechados, ñoña, facilona y con un toque comercial que la hace banal y también ausente de veracidad. Es naif. Quizás lo más interesante de la cinta sea ese apunte a la necesidad de compartir momentos con el exterior a través de las redes sociales. Lo que comemos, con quien estamos, a donde viajamos, lo que conseguimos… que no es más que una necesidad de aprobación de los demás. Ayer iba el metro (parezco Boyero) y unas adolescentes hablaban de lo contestas que estaban porque habían colgado una foto que había recibido 45 me gustas en «sólo tres horas». Esa era la comidilla para todo su viernes. Es triste pero no, no me lo invento. El día más hermoso toca pero sólo de soslayo este tema, quizás los pocos que han sabido acercarse a él con firmeza y convicción son dos series televisivas: Black mirror y American Crime, que no me cansaré de recomendar.
Los gags son exagerados e infantiles y la didáctica de la cinta está plenamente remarcada y se hace soporífera. La sátira sobre el suicidio y la muerte es inquietante pero es uno de los pocos puntos donde la película no naufraga. Las dos primeras cintas de este festival quieren pasar a través del humor por temas dramáticos, serios y la mayoría de las veces evocados de una forma demasiado profunda.
- MARIJA
Marija es la ópera prima del director Michael Koch, con ella concursó en el Festival de cine de Locarno. Marija es cine social que nos recuerda al menos en su planteamiento al cine de los Hermanos Dardenne y al cine rumano de Cristian Mungiu. Koch nos habla de inmigración, de la precariedad, de la supervivencia, del trabajo ilegal, de los sin papeles, de la prostitución, del machismo exagerado y exacerbado, de los sentimientos, de las emociones, de la melancolía, de los recuerdos.
Ucrania es el lugar de procedencia de Marija, quien malvive como puede en una parte de Alemania. A través de encuadres cerrados y cámara en mano, en ocasiones demasiado trillada, paseamos por esas calles grises de una Alemania industrializada, para hacernos más dificil la transición hacia la vida. Los sueños, las decepciones, las pérdidas, el triunfo y el amor que en realidad no existe pero que siempre se busca como motor de una existencia sombría y deshumana.