16º Festival de cine alemán: Por Marrakech con susurros, Nirvana y afortunadamente extraños gatitos
Dijimos hace unos días que esta iba a ser nuestra primera experiencia en el Festival de cine alemán y no hemos empezado con demasiado buen pie.
Caroline Link, otrora ganadora de un Oscar a la mejor película extranjera por En un lugar de África; nos traía aquí la película de inauguración como un road trip naif, un viaje hacia la madurez mil veces visto pero mal explorado y peor resuelto. Un adolescente perdido ante un padre que no le quiere y un país completamente desconocido. Se somete al fuego más primitivo, el de la pasión y va descubriendo como sus instintos más primarios y sus sentimientos más enérgicos siempre salen a la luz.
Exit Marrakech es un drama sobre la necesidad de padres e hijos de pararse a pensar en el contrario, de necesitarse, de quererse.
Ni siquiera una buena interpretación de su atractivo protagonista, o unos duelos actorales de altura con su padre en la ficción; ni siquiera una música siempre perfecta, compuesta por Nikki Reiser, que no sólo acompaña sino que muestra e invita, consiguen salvar una película simple y nihilista.
Querida Courtney. Rolf Roring dirige su segunda película tras Ninay Theo del 2009. En su haber cuenta con dos cortometrajes y ahora traslada su historia a los años 90 berlineses. Uno de los grupos más importantes de la historia de la música: Nirvana, comienza la gira más conocida de su carrera: Nevermind. El álbum alcanza todos los récords posibles en 1991; sobre todo, como el «himno de los melancólicos» Smells like teen spirit. Kurt Cobain y compañían viajan para actuar en la capital alemana. Pero un joven quiere pedirles cuentas. Se llama Thomas y dice haber escrito esa canción para Saskia, la chica de sus sueños. La historia es rocambolesca pero entretenida en su planteamiento, es un buen comienzo que dura aproximadamente diez minutos; pero la cinta se va desinflando hasta caer en el mayor de los ridículos en su final simplón, previsible y absurdo. El problema principal radica en que realizar una película basada en una canción. Tener dicha canción como esqueleto, y no poder usar su melodía, su estribillo, sus notas o algunas palabras; descubre un auténtico fracaso de película.
Sin más, se presentan las vicisitudes de una comedia romántica, diría incluso muy americanizada. Todos quieren a la chica guapa pero resulta que es insulsa, Podemos escribirle canciones durante meses, hasta que duerma en nuestra cama. Podemos incluso escribir Smells like teen spirit y meter a Nirvana de por medio en nuestro primer fracaso amoroso. Pero la realidad será la vida. Una vez conseguido, no habrá servido de nada. y lo que da más rabia es que esa persona que se supone que no tenía importancia, ésa, sí puede ser nuestra media naranja. ¿Y bien? Nada nuevo, como esa chica rubia. La película es insulsa, sosa y poco atractiva. Ni siquiera musicalmente. Si Courtney te viera, creo que le decepcionarías.
El extraño gatito venía avalada por el Premio a la mejor película en el pasado Festival de L’alternativa de Barcelona y por la competición de otro de gran prestigio como Mar de Plata. Era el único pase para esta cinta porque se encuentra dentro del ciclo Arthaus para cine más independiente. A la manera de Haneke, su director juega un papel super protagonista. Es una película más sobre el punto de vista, el ambiente, la extravagancia, el surrealismo. Una dirección cuidada que se sirve de un montaje en estado de gracia y de una música inolvidable. En esa familia todos son incógnitas; a la manera del cine de Yorgos Lanthimos las extravagancias se van dando cita y las preguntas tienen cada vez menos respuestas. Hay que reconocerle sin duda a su director Ramón Zürcher un derroche de talento al que no solemos tener acceso; un manejo del audiovisual sin trampa ni cartón. Si buscan entrar en esta historia como si de otra más se tratara. Si intentan encontrar una narrativa clásica, desistan en su empeño. Pero si quieren arrastrarse ante maneras innovadoras y formas que cautivan, intenten acercarse a esta película vírgenes y sin prejuicios. Está rodada en planos estáticos y tiene tanta importancia lo que acontece dentro y fuera del plano. El encuadre está cuidadosamente estudiado e incluso los sonidos. Miles de preguntas sobre cada personaje. Es una mirada subjetiva, poética, fascinante y la llena de vida, aunque muchos no podrían entrar en este juego.
Por último Susurros tras la pared, cuyo título original evoca de manera más acertada a la mujer que hay detrás del nuevo apartamento alquilado de un jovencito; da en principio lo que promete. La película se trata de una cinta para televisión cuyo género está especialmente estudiado y remarcado: Thriller erótico. Aparte del evidente feeling entre los dos personajes protagonistas y de lo único interesante de la película que es esa mirada voyeur del joven ante su enorme vecindario o esas necesidades de investigar y conocer a vecinos de pisos destartalados, la cinta cae en los tópicos más mundanos e invita a una carcajada no pretendida, cuando lo que se quería conseguir era misterio o incluso miedo. Demasiado rocambolesca y con muchas referencias a Hitchcock. Se nota que el director admira al maestro, pero por este camino no le llegará nunca ni a la suela. Especialmente divertidas esas escenas de Femme Fatale capaz de decir Fóllame, cuando parece más un reclamo publicitario que una necesidad de guión. Personajes vacíos, situaciones inverosímiles y muy poquita tensión. Y por contra, muchas, muchas risas.