Los últimos románticos (David Pérez Sañudo, España, 2024)

Los últimos románticos (Azken Erromantikoak) se acerca a la vida de Irune (Miren Gaztañaga), una mujer alejada de todo y de todos que vive en un pequeño pueblo industrial del País Vasco. Trabaja en una fábrica de papel y solo tiene relación con su vecina, de la que se preocupa por la complicada relación con su hijo. La otra, no se sabe si real o imaginada,con un operador de Renfe con el que habla por teléfono sin terminar de coger ningún tren que le consulta. De repente, una posible enfermedad rompe su rutina.

Segunda película como director de David Pérez Sañudo después de Ane (2020), esa búsqueda de una hija que consagró a Patricia López Arnaiz (Goya a Mejor Actriz) y permitió a dos debutantes como Sañudo y Marina Parés ser valorados por su escritura (Mejor Guion Adaptado). Ahora ambos acometen la misión de hacer su propia versión de la novela homónima de Txani Rodriguez en esta película marcada de nuevo por la ausencia.

Si en Ane abordaba las consecuencias sociales del terrorismo ejercido en las obras del TAV(Tren de Alta Velocidad que lleva muchos años de retraso), en Los últimos rómánticos establece una lúcida radiografía del País Vasco que no sale en las guías turísticas. Lejos de la imagen de la Concha donostiarra y del titánico Guggenheim, Los últimos románticos es una buena parte de un territorio que no ha curado sus heridas o que no quiere analizar sus problemas actuales pese a que repercuta en sus habitantes.

Pérez Sañudo, como ya hizo en Ane, retrata ese paisaje norteño y nublado al que añade tristeza con una fotografía mortecina, gris y feísta que impregna todo el metraje. A veces resulta difícil de ver porque todo son desgracias alrededor de Irune, una mujer silenciosa, retraída, hipersensible, aquejada de soledad y que escapa de la grisura a través de los pensamientos románticos y la papiroflexia.

Además, la explotación laboral, el maltrato familiar y la amenaza de una enfermedad suman ingredientes densos e intensos aunque al final parece que los acontecimientos empujan a la protagonista a darle un nuevo rumbo a su monótona existencia.

Es una película muy realista y desprende honestidad en cada una de sus escenas al igual que nos confirma a David Pérez Sañudo como un buen director de actrices y Miren Gaztañaga lo demuestra magníficamente en este trabajo.

 

Festivales

Estreno en el Festival Internacional de San Sebastián SSIF. Sección Nuevos Directores.

Obtuvo el Premio Irizar al Mejor Largometraje Vasco y el Premio al Mejor Guion Vasco.

Participación en el Festival Europeo de Cine de Sevilla, dentro de la sección Panorama Andaluz.

 

 

Sinopsis: Irune, una mujer insegura y solitaria que trabaja en una fábrica de papel de un pueblo industrial de Álava limita su vida a un pequeño círculo de conocidos. Su frágil equilibrio estallará con una posible enfermedad y un conflicto laboral en el que se ve implicada. Es entonces cuando su vida toma un giro inesperado.

 

 

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