MADRE OSCURA (Brett Pierce, Drew T. Pierce, Estados Unidos, 2019)

Selecta Vision estrena esta película de terror en el primer mes de la vuelta a los cines. Top 1 en Usa durante seis semanas con una película que parece que ya hemos visto, pero que a la vez pertenece al género menos exigente con el espectador.

Quien escribe estas líneas se declara fan a ultranza del cine de terror, ya que con él he experimentado sufrimiento, miedo, temor, intriga, dolor y hasta en algunas ocasiones una cierta adrenalina por saberse aparentemente salvados. Y también lo soy porque es el género que por antonomasia me ha traido mayores divertimentos, aventuras e intrigas de todos los que existen. Una mala película si es de terror (y la mayoría lo son porque no es fácil hacer buen cine de terror) es una buena obra para la comedia, para el pasar el rato y la diversión padre. Madre oscura es cine de terror, ni bueno ni malo, pero ya muy visto, pero es un pasatiempo estupendo para este verano, con algunas taras, por supuesto.

Como si del protagonista de La ventana indiscreta se tratara, el joven Ben, reservado y no demasiado social, vislumbra desde la ventana de su casa cómo sus vecinos con dos hijos tienen un comportamiento muy extraño. Ve inconsistencias en sus vidas que luego se trasladan al propio metraje: la película presenta inconsistencias y lugares comunes, pero lo cierto es que no decae y el visionado se hace ameno. Demasiadas influencias claras, desde la que apuntábamos de La ventana indiscreta a películas de sectas satánicas, el poder de la naturaleza espiritista y del bosque de la gran saga de Evil Dead y también las poco desarrolladas, sexualizadas, familiares y demasiado ñoñas subtramas de los personajes adolescentes protagonistas de los slasher de los 80 o 90 con Scream como punta de lanza.

Presentada casi como un cuento tenebroso en el que una bruja malvada se lleva a los olvidados, entiéndase los olvidados desde un punto de vista metafórico o en el sentido propio de la palabra, como se quiera. La cornamenta de un ser demoniaco con un diseño portentoso de la temible bruja que habita en los bosques es el trasunto del toque feminista de la cinta, que no sabe bien jugar sus cartas hacia la libertad femenina en detrimento de la maternidad más esclava, un todo se olvida cuando tienes niños, hasta que no les olvidas a ellos.

Un relato de horror que se manifiesta con un pulso narrativo poderoso, perdido en algunas subtramas ridículas y unas interpretaciones nefastas pero con un desarrollo entretenido y desasosegante. Con unos actores y actrices demasiado atractivos para que el criterio principal de su elección no hubiese sido ese. Si queréis pasar un ratito de mal rollo en el cine, sin altas pretensiones, id a verla.

Madre oscura no juega con el espectador, le da lo que ha ido a recibir: unas dosis de terror enraizadas en la naturaleza, una adrenalítica huida hacia la búsqueda de los que han sido olvidados y tragados por esa malsana naturaleza, con cornamenta y con forma de mujer. ¿Y si en vez de feminista, la película es misógina?

Sinopsis: Un adolescente problemático que trata de superar la separación de sus padres se ve inmerso en una lucha contra una bruja de más de mil años de edad que vive bajo la piel de su vecina.

NOTA: 5.5

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