Sieranevada (Cristi Puiu, Rumanía, 2016)

Golem Films estrena por fin este viernes 21 de julio el nuevo film del director de la Nueva Ola Rumana de cine: Criti Puiu (La muerte del Sr Lazarescu), más de un año después de su pase en Cannes del año 2016. Parece que lo más reseñable para la crítica es su larga duración (173 minutos), pero son varias las razones por las que deberías darle una oportunidad:

He de decir que recuerdo perfectamente la excesiva duración de esta película, pero no porque me resultara pesada, nada más lejos de la realidad, sino porque pude verla en el Festival de San Sebastián y cuando te encuentras una película de más de dos horas es muy dificil encajarla en la planilla final de horarios, para no perderte otras películas importantes. Lo conseguimos y el pase fue espléndido.

Pocas veces se ha conseguido en cine coreografiar los movimientos, las transformaciones, los defectos y las virtudes de una comida familiar como en esta película rumana. El costumbrismo de la cinta nos permite disfrutar de un humanismo embaucador y nada banal.

Anclados en un presente abrupto y desolador, con el atentado de Charlie Hebdó cercano en el tiempo y la muerte del padre y su ausencia como alma mater del núcleo familiar, ocurrida hace tan sólo cuarenta días. Asistimos a la reunión preparada de esta familia que se antoja amenazante; donde los fantasmas del pasado, las mentiras, las infidelidades, las depresiones, van a ser más que juzgados objeto de gritos, burlas y escarnio público. En un sinfín de caracteres y ante diversos problemas, las verdades saldrán a la luz. No serán bonitas, tiernas, dulces, sino dolorosas y en cierta manera humorísticamente risibles, desde un humor de tono oscuro.

Como en la mayoría de las reuniones familiares comenzarán a flotar las verdades a través de conversaciones banales mezcladas con diálogos pretendidamente trascendentales, que intentan dilucidar, por ejemplo, que hay detrás de los atentados del 11-S, o como el reflejo de la historia de la política rumana se está perdiendo en la enseñanza actual.

Puiu nos habla de esta familia en 173 minutos y si bien es cierto que a veces se hacen largos y que, sobre todo, no son para todos los públicos (ávidos de acción, de tramas y dramas, porque es lo que nos ha venido enseñando el cine de masas), la película podría durar 40′ o 5 horas, que en ambos casos seguiría manteniendo la misma fuerza y el mismo valor cinematográfico.

A nivel formal destacar su montaje y la forma en la que Puiu consigue que seamos otro familiar más en esa mesa siempre esperando a sus comensales.

A nivel de guión cada personaje tiene su hueco en la trama y en todas esas conversaciones van desengranando sus caracteres, sus miedos y sus anhelos y nosotros nos convertimos en voyeurs queriendo indagar más en cada intrahistoria, por eso, en realidad no importa tanto la duración de la película, porque más bien somos vecinos curiosos espiando las desgracias ajenas, casi como si estuviéramos contemplando una obra de teatro.

Desde lo humano, desde ese espacio cerrado del que nos es casi imposible salir, buscamos nuestra identidad familiar a través de conversaciones políticas, ideológicas y religiosas. Lo que no nos une, nos separa aún más. Buscamos nuestra identidad familiar como también lo hace el pueblo rumano en la actualidad.

Premios: 

Sinopsis: Tres días después del atentado contra Charlie Hebdo y cuarenta días después de la muerte de su padre, Lary – 40 años, médico – va a pasar el sábado con su familia, reunida en memoria del difunto. El evento, sin embargo, no se desarrolla como estaba previsto. Obligado a afrontar sus miedos y su pasado y forzado a reconsiderar el lugar que ocupa dentro de la familia, Lary tendrá que decir su verdad.

Nota: 7