Lesgaicinemad 2: Seres genéticamente imperfectos y mujeres que se aman

facing mirrors 3

La pasión de Verónica Videla de Mendoza. De Argentina viene de nuevo este duro largometraje con una historia mínima en la que Verónica, antes Juan Luis, sólo desea matricularse en la universidad de Psicología. Esa es su pasión y así lo intentará. Pero las cosas no son tan sencillas para esas personas que por avatares del destino, nacieron con un cuerpo diferente. Duele porque es tan real como la vida misma, duele porque hoy en día asombra ver situaciones así en el mundo civilizado. Duele que se ningunee a alguien así y que se le haga sufrir de esa manera, cuando su sufrimiento físico y psicológico, el interior, cada vez es mayor.

http://www.youtube.com/watch?v=3HjPLynpr5E

En este sentido, Aynehaye Rooberro (Facing mirrors), película iraní de la misma temática, da un paso más allá. Por esa estupidez de aquello que llaman ciencia perfecta, por esa absurda imperfección pretendidamente dañina. La genética se encarga de realizar una escabechina en aquellos seres que no están en el cuerpo en el que deberían. El sexo, el amor, la vida, se hace más complicada, según las sociedades modernas o anticuadas en las que se viva. En una sociedad anquilosada en el pasado como es la iraní, en la que la mujer no puede ni mostrar su rostro, parece imposible pensar esperar que alguien pueda comprender. Casi a la manera de Kiarostami en Ten, en ese road trip en un coche, se conocen ese «nuevo hombre» de rasgos femeninos y esa mujer que le lleva. Facing mirrors es cine profundo, realista, sensible y potente. Podría concursar en festivales como Berlín o San Sebastián.

Dvojina (Dual). Dos mujeres perdidas que se encuentran ante la adversidad que puede producir el acecho de la muerte o la soledad. La fortuna de vivir, de conocerse se hace patente desde la primera mirada. Sonríen sólo por poder compartir sus existencias aunque todo tenga un final. ha sido proyectado como parte de la competición East of the West del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, es una coproducción entre Eslovenia, Dinamarca y Croacia y trata varios temas ya presentes en el primer largo de Gazvoda, como la desilusionada generación de jóvenes europeos, que viaja para escapar, y el carácter esquivo de las emociones. Eslovenia presenta algunas de sus cartas y lo hace con intensidad. El público lésbico rechazó esta película sobre todo porque a nivel afectivo nunca ocurría nada. Pero ese es uno de sus mayores aciertos. Monstrar a través de los gestos, de las miradas, de los sentidos, cómo se necesitan y se tienen.

Submerge es una tomadura de pelo. Un absurdo drama erótico lésbico de una alumna que atrapa en las redes del deseo y de la seducción a su profesora felizmente casada con un hombre.  Sin ritmo, ausente, vacía e insulsa, sobre todo insulsa. La decepción de un día muy interesante.

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