Demonios tus ojos (Pedro Aguilera, España, 2016)

La tercera película del donostiarra Pedro Aguilera tras La influencia y Naufragio es una cinta perturbadora sobre el voyeurismo y la perversión, protagonizada por Ivana Baquero (El laberinto del fauno) y Julio Perillán, consiguió los Premios a Mejor actor y mejor actriz en la sección Zonazine del pasado Festival de Málaga. La película se estrena el 12 de mayo de la mano de Good Films.

De título más que sugerente, provocador, como lo es toda la película, el tercer largometraje del español Pedro Aguilera nos traslada a un lugar inexplorado, el de nuestro propio voyeurismo; a las antípodas de lo que queremos ver e imaginar, para jugar con el espectador y noquearlo. Toma prestado el director vasco el nombre de la película de una canción compuesta por Javier Corcobado, que el cineasta escuchó en la radio del coche en el momento en el que estaba terminando de escribir el guión junto a Juan Carlos Sampedro. Parte de una pregunta difícil: ¿Qué haríamos si en una búsqueda pornográfica descubriéramos a nuestra hermana pequeña en uno de los vídeos?

Pedro Aguilera fue ayudante de dirección de los dos mejores directores mexicanos en activo (al menos para quien suscribe estas líneas: Carlos Reygadas y Amat Escalante) venía de realizar dos estupendas películas: La influencia (que seleccionó la Quincena de los Realizadores de Cannes) y Naufragio (Que pasó sin pena ni gloria por nuestras carteleras pero que nos devuelve a un cineasta más maduro que en su ópera prima y con una mirada muy particular). Ambas eran experimentos formales pero Demonios tus ojos es mucho más valiente, madura, arriesgada, perversa, sorprendente e impactante que sus predecesoras.

Hablo del «naufragio» de público de Pedro Aguilera hasta ahora, porque creo que este año y en esta tercera película, a pesar de su radicalidad, de su propuesta única, de su mirada voyeur y provocadora; puede recabar cotas más altas de taquilla por su pareja protagonista (que además de realizar unas interpretaciones excelentes, son intérpretes profesionales, no como en sus dos películas anteriores), con premios ambos en la sección Zonazine del pasado Festival de cine de Málaga. La Lolita de Demonios tus ojos es nada menos que Ivana Baquero (la niña de El laberinto del fauno, ahora convertida en una sensual, picante, atractiva y magistral intérprete) y Julio Perillán (quien consigue salir airoso de uno de los papeles masculinos más complejos que recuerdo del cine español, turbio, pasado de vuelta, sin escrúpulos y sin ningún tipo de pudor).

Demonios tus ojos

Su cine nos aboca a un juego de dobles espejos, de miradas taciturnas, maduras, muchas veces inhumanas y carentes de culpa: de seres humanos al borde del abismo, que muchas veces han asistido a su propia debacle, destrucción interna, depresión y que están a la espera de dar un paso más (o no). Sus películas hablan de la existencia humana, como búsqueda del sentido de la vida, de la esencia y la existencia; hablan de los valores y el entorno familiar y del vacío emocional y la soledad a la que nos enfrentamos por el hecho simplemente de ser.

Pensemos en ese gran voyeur que fue Hitchcock, quien en La ventana indiscreta observaba desde su quietud y espiaba a través de su teleobjetivo y de su cámara de fotos; en Demonios tus ojos no son desconocidos los que se observan sino hermanos, y lo hacen desde imágenes proyectadas, al principio en ese limbo (o infierno) que es internet. En el azar y sin  escrúpulos de la búsqueda pornográfica. Después ese seguimiento, esa obsesión, se cataliza en el proyector y en la cámara oculta, en la imagen proyectada sobre una pared; para hacer una dualidad con Hitchcock, con el mundo del cine y con el artista audiovisual que vive y convive con imágenes y está saturado de ellas a cada instante.

Aguilera, quizás sin que el espectador habitual sea consciente de ello, nos transporta a una sala de montaje continua. El director observa las imágenes a tiempo real, las estudia, las aprende y de ahí selecciona, de esos brutos, de lo que va observando. El director es un voyeur y en el fondo todos lo somos; todos disfrutamos de una u otra manera conociendo las intimidades de los demás (si no posiblemente no veríamos películas). El tema está en que de ahí a la perversión sólo hay un paso y Demonios tus ojos lo explora con maestría. Nos coloca en ese lugar donde el mundo globalizado y perverso de hoy nos ha situado; esa sociedad de múltiples pantallas y de imágenes sin filtros ni grados, condenadas a su exposición artificial y continua y a que los actos no tengan consecuencias. En este mundo de internet donde todo está colgado en la nube, cualquier difusión de material «privado» parece sencilla e incluso lícita.

Crítica

Al final, Aguilera, como el título de la película, nos provoca hasta darnos cuenta de que la demonización del acto, la perversión o lo ilícito no está en el hecho en sí sino en el cómo lo enfoquemos y en la importancia que le demos. ¿Somos voyeurs o pervertidos? ¿Tenemos la mirada sucia? ¿Nos parece vomitivo o simplemente extraño? ¿Nos da asco o podemos encontrarle algún tipo de sentido?

El personaje de Aurora sufre la dualidad característica de una chica sin metas que se siente observada pero que después permite esa intromisión en su propia intimidad, desarrollando otro tipo de perversión.

Y de esta dualidad parece ir todo: Del placer de la mirada frente al placer de sentirse observado. Ese es el juego de espejos al que Ivana Baquero da vida con maestría. La película puede verse como una llamada crítica a la pérdida de intimidad a la que las redes sociales e internet en particular nos condenan a diario.

Demonios tus ojos habla de perversión, de manipulación, de las miradas confusas y poderosas, de sutileza, de pudor, de intimidad, de observación, de deshumanización, de pérdida de inocencia, de príncipes desteñidos y lolitas maquiavélicas.

Sin embargo, en una historia con este fuelle, con esta fuerza, esperaba mayor sutileza en el personaje de Oliver; y por contra, se presenta tosco, con ausencia de pudor y de escrúpulos, y si me apuran hasta un poco destructivo.

Entre los recuerdos a los que me evoca la película se me viene a la memoria la estética de Berserker y la mala baba y la picaresca de Magical girl.

Premios: Mejor Actriz y mejor actor en la sección Zonazine del Festival de Málaga.
                Sección oficial del Festival de cine de Rotterdam.
                Sección oficial del Festival de Buenos Aires.
Sinopsis: Oliver (Julio Perillán), un joven director de cine asentado en Los Ángeles, descubre una noche en una web erótica que la protagonista de uno de los explícitos vídeos es su hermana pequeña, Aurora (Ivana Baquero). Sorprendido y confuso, decide viajar a Madrid, tras varios años sin visitar a su familia. Comienza así una búsqueda obsesiva de respuestas, un viaje íntimo hacia la turbación y la verdad de la imagen, una historia de dominación y manipulación, sobre los límites de la moral y la pérdida de la inocencia vital y audiovisual.
Nota: 7,5

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