Bárbara (Mathieu Amalric, Francia, 2017)

Mathieu Amalric vuelve a la dirección tras la estupenda Tournée y La habitación azul en un biopic inusual y precioso sobre la cantante francesa Bárbara, que interpreta magistralmente su ex mujer Jeanne Balibar. 

No soy tan asquerosamente joven como me suelen decir, aunque mi aspecto por el momento no determine eso, pero sí que puedo decir que no conocía a Bárbara. No conocía de su existencia ni sabía que era una cantante francesa ni que Amalric quería hacer un biopic personal sobre su vida, ni tampoco que lo protagonizaría Jeanne Balibar, evidente mejor actriz en los César franceses (la película sólo pudo sumar también mejor sonido teniendo enfrente a 120 pulsaciones por minuto).

Y ahora después del doble visionado fascinante en el Festival de Sevilla y en pase de prensa previo a su estreno, escribo esta crítica con sus canciones de fondo, oigo su voz profunda, aterciopelada y a la vez melosa, capaz de arañar el alma pero verla… sólo la veo a ella. A Jeanne Balibar, mimetizada como aquella cantante, sin ser ya Jeanne, ya es y será siempre Bárbara. Con sus gestos, con sus formas, con su mirada, con su sonrisa, con su capacidad para enamorar y conseguir todo lo que quería.

El culpable se llama Mathieu Amalric, actor y director francés y exmarido de la actriz que interpreta a Bárbara. Con ella tuvo tres hijos, el amor se acabó en 2003, se divorciaron y ahora se reúnen en esta película, quizás la mejor vista en la sección oficial del último festival de cine de Sevilla, donde el galo consiguió el premio a mejor director; para realizar un biopic fuera de toda norma, un biopic musical libérrimo, indescriptible, inabarcable, vivo, sensible y muy visual. Su ex mujer se convierte en la que fuera su objeto de fascinación: esa mujer total, artista, famosa y deliciosa: Bárbara.

Desde que descubrimos la implacable, novedosa y estética dirección de Mathieu Amalric para Tournee (que conseguiría el Premio al mejor director en el Festival de cine de Cannes en 2010), no sabemos si quedarnos con el Amalric director o con el Amalric actor, lo que si está claro es que es un gran artista, que conoce desde dentro el mundo de la fama, de la creación y el arte como forma de vida. Un explorador y un contador de historias visuales, tan provocadoras como rutinarias, tan sensibles como punzantes.

Pero Bárbara no se parece a ningún biopic musical ya realizado. El cine se ha adentrado en el biopic musical en infinidad de ocasiones con resultados dispares. Célebres son las interpretaciones de Marion Cotillard como Edith Piaf en La vida en rosa; Sam Riley como Ian Curtis (Joy Division) en Control, de Joaquin Phoenix como Johnny Cash en Walk de Line (En la cuerda floja) o de Jamie Foxx como Ray Charles en Ray.

En Bárbara, Amalric director es también un director de cine que quiere hacer una película sobre Bárbara (Jeanne Balibar). Acompañamos a los dos en sus rutinarias vidas, en sus procesos creativos y también en el rodaje de la película que nos recuerda a La noche americana de Truffaut. Se consigue un poliédrico puzzle de espejos yuxtapuestos entre la realidad de Bárbara, la película filmada y las imágenes reales documentales que se van intercalando. Un metacine multireferencial que es una delicia para el cinéfilo y para el aficionado.

Sin duda la magia de esta película reside en una conexión entre el objeto recreado: la cantante Bárbara y el esfuerzo de Amalric por pulirla en el cuerpo de su exmujer, sin obviar una narrativa poética exquisita (premiada en la sección Un certain regard de Cannes) y un guión que no cuenta una historia tremebunda ni interesantísima pero que nos mantiene pegados por su consistencia y por su elegancia narrativa. Todo lo que se nos cuenta está meditado y no puede ser suprimido. Queremos a Bárbara, queremos sus canciones, queremos su película. Queremos vivir su vida, queremos conocerla, sentirla, amarla. Y eso… sólo con una película… pero qué película… Sin duda alguna, la mejor de Mathieu Amalric y quizás también la mejor de Jeanne Balibar. Por supuesto, la mejor película y homenaje que se le puede hacer a esa mujer: Bárbara. En un momento del film, Bárbara le pregunta al diector que si está haciendo una película sobre ella o sobre él. Aquí reside el conflicto y la importancia de esta cinta. Mathieu puede morir tranquilo, ya ha dado lo que necesitaba dar. Ya se ha sacado a Bárbara de encima y nos la ha brindado a los demás. Gracias.

 

 

 

 

Sinopsis: Un director quiere hacer un biopic sobre la cantante Barbara. El director y la actriz trabajan juntos, con cercanía.

Premios:

Festival de Cannes: Mejor narrativa poética (Un Certain Regard)
Festival de Sevilla: Mejor dirección
Premios César: Mejor actriz (Jeanne Balibar) y sonido

 

Nota: 7.5

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