Amarás al prójimo( Malgorzata Szumowska, Polonia, 2013): Dios mío, soy gay

Si nos tuviéramos que quedar con uno de los estrenos de este último viernes 10 de octubre lo tendríamos difícil entre A escondidas de Mikel Rueda, de la que ya habéis podido disfrutar de nuestro especial; Winter Sleep (la ganadora de Cannes dirigida por el turco Nuri Bilge Ceylan) o esta cinta polaca que nos ocupa ahora: Amarás al prójimo.

La cinta dirigida por Malgorzata Szumowska cuyo título internacional es In the name of… se presentó en la competición oficial de la  Berlinale en 2013. Premio Teddy Bear a la mejor película de temática gay y lésbica del festival. Ahora se estrena de la mano de la distribuidora Abordar Casa de películas. Una cinta sobre el rechazo a la homosexualidad de un cura en un ámbito rural, enamorado de uno de sus monaguillos , con el que sueña y al que desea de una manera imposible.

El padre Adam, un sacerdote católico que ejerce en la Polonia rural donde también trabaja ayudando a jóvenes inadaptados con problemas de conducta. Es muy querido y respetado por la comunidad, aunque nadie sospecha que guarda un secreto. Cree que allí podrá reprimir sus íntimos deseos, pero conoce a Lukasz y toda su fortaleza se viene abajo. Es entonces cuando las sospechas de los miembros de la comunidad se ven confirmadas.

http://youtu.be/0hDTqMoDPoc

Ante todo pensemos que en el año 2014 ninguno imaginábamos poder escuchar a un Papa diciendo esa frase de «Quién soy yo para juzgar a una persona homosexual». A 14 de octubre, el Papa Francisco ha conseguido que el Sínodo acoja a gays y nuevas familias. Y esto con cualquier Papa anterior había sido impensable. La Iglesia poco a poco se va abriendo a la realidad y al futuro, sigue siendo retrógrada pero se va limando sus asperezas y, por tanto, cada vez hay menos conflicto.

El drama se torna confuso precisamente porque es en esa confusión personal del protagonista sobre la que quiere versar la cinta. Los fantasmas son interiores, porque el deseo prohibido no se provoca por la iglesia, por la sociedad, por el exterior, ni tampoco por la cobardía de ese cura que se enfrenta contra sus propios miedos; se provoca a sí mismo esperando respuesta.

Es cierto que no se hace pesada, pero el guión no avanza, no hay giros, no hay puntos de corte, no hay elipsis siquiera.

Destacar la utilización casi videoclipera de la canción de Band of horses: The funeral.

Será que Polonia sabe (o eso creemos) contar con La iglesia y sus mandamientos. Lo mejor de esta cinta es su protagonista, que sin realizar una interpretación preciosa ni precisa, si se acerca a lo que el personaje sufre: dolor y rechazo de sí mismo, por no poder amar, por no poder sentir, más allá de lo que le han enseñado. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa… como diría Almodovar: Señor, soy gay.

Puedes ver esta cinta en Madrid en los Cines Golem y en el Pequeño cine estudio.