63º Festival de San Sebastián 2015: Día 2: Anarquías de juventud

Segundo día en el Festival. Hemos visto dos películas de sección oficial. Lo nuevo de Terrence Davies (The deep blue sea) y la apuesta fantástica y de terror de todos los años: Evolution. Hemos visto la película que ganó el año pasado: Me and Earl and the dying girl que aquí en España se titulará Yo, Earl y Raquel por aquello de no poner que hay una chica moribunda en el trío protagonista. También hemos visto dos apuestas de la gran selección de cine latinoamericano de este año: Te prometo anarquía, mucho más autoral e interesante y 600 millas más mediática porque está dirigida por el hijo de Arturo Ripstein y protagonizada por el gran Tim Roth. Ambas hablan sobre el narcotráfico de diferentes modos y estilos. Sicario es el En tierra hostil de Denis Villenueve (Incendies) mucho más trabajado y no tan manipulable como el trhiller bélico de Kathryn Bigelow. Aquí la lucha es contra las mafias mexicanas, el narcotráfico y los asesinatos en masa.

 

  • SUNSET SONG (Terrence Davies, Reino Unido, 135 minutos)

Sunset song era una de las películas de las que más esperábamos en este festival sólo por venir firmada por un cineasta que hace unos años nos regaló The deep blue sea que incomprensiblemente se fue de vacío de San Sebastián.

Aquí presenta en sección oficial a concurso un drama romántico y bélico correcto pero lejano a la bravura emocional con la que suelen convivir sus personajes. Nos ha sorprendido que en esta suerte de Lo que el viento se llevó a la escocesa, Davies, que suele golpear duramente a los espectadores desde lo más profundo de sus pulsiones y emociones; ni lo consiga ni lo pretenda esta vez. Vale que aquí no haya ninguna Rachel Weisz o Gena Rowland, pero resulta que esta peli de época la hemos visto ya millones de veces.

Si los personajes muchas veces rozan la sobreactuación no es para nada por su mal oficio o sus excesivos vicios; más bien por ser personajes que carecen de narrativa suficientemente potente como para entender sus marionetísticos comportamientos.

Ni Peter Mullan se salva en  esta hoguera eso sí de luz y fotografía prodigiosas, algo que sí que debe tener en cuenta el jurado el próximo sábado, en que se dará a conocer el palmarés.

Sunset song es un Sentido y sensibilidad fallido porque no llegamos a amar a sus personajes. Y eso es raro en Terrence Davies.

  • EVOLUTION (Lucile Hadzihalilovic. Francia, 81 minutos)

Para todo aquél que desconozca a Jose Luis Rebordinos (obviamente no digo personalmente), el actual director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián (esta es su quinta edición al mando); habría que señalar que previamente dirigió la Semana de Cine de terror de San Sebastián. Sólo así se entiende la inclusión en sección oficial cada año, de cintas de corte fantástico o de terror.

Evolution, de la directora Lucile Hadzihalilovic, que en el año 2004 ganó el Premio Nuevos Directores en San Sebastián con su ópera prima Innocence, presenta este experimento fílmico a caballo entre las imágenes de Quien puede matar a un niño, la radicalidad del Jonathan Glazer de Under the skin o incluso las dramatizaciones de cuarto milenio unidas a algunas leyendas marítimas de sirenas y niños perdidos.  Evolution es un cuento fantástico de terror futuristaque genera una atmósfera siniestra y que guarda entre sus virtudes esa presentación de los lugares, los colores y la profundidad y el vacío. Pero no termina de encajar en esa sección oficial de San Sebastián y cojea en su propuesta, en su guión y en una historia demasiado enrevesada, demasiado siniestra e inverosimil.

  • ME AND EARL AND THE DYING GIRL (Alfonso Gómez-Rejón, Estados Unidos, 105 minutos)

Parece mentira que uno de los responsables de la temporada de American Horror Story que se desarrolla en un circo, sea tambíén el director de esta comedia dramática. Alfonso Gómez Rejón dirige esta cinta que triunfó en Sundance, consiguiendo los premios más importantes en la sección de ficción Made in Usa.

Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia.

El guión corre a cargo de Jesse Andrews, basándose en su propia novela. El estilo visual quiere ser original pero sólo es interesante. Nos recuerda a Edgar Wright o incluso a 500 días juntos. No es de extrañar que la parte visual de la cinta sea importante si tenemos en cuenta que su responsable es nada más ni nada menos que Chung-hoon Chung, responsable de la dirección de fotografía de varias películas del enorme Park Chan Wook, incluidas Old boy, Stoker o Sympathy for lady vengeance.

La película gana en el momento en que los dos niños y después jóvenes se dedican a revisitar los grandes clásicos cinematográficos creando hasta el paroxismo, parodias en vídeo de los mismos. Rápidamente nos acordamos de Rebobine, por favor. Pero en Me and Earl and the dying girl, Proust cuenta mucho más que la risa.

Merece la pena por el tratamiento de la adolescencia y por una sincera sensibilidad, nunca pomposa pero sí melancólica e irascible.

  • 600 MILLAS (Gabriel Ripstein, México, 85 minutos)

Nos trasladamos a México y lo hacemos con el consabido TEMA: el tráfico de armas y la violencia entre cárteles.  Gabriel Ripstein dirige con solvencia este  tedioso thriller. El desarrollo de esta historia y quizás su desenlace son intrigantes y en cierta manera interesante, si bien su planteamiento es enrevesado.

Arnulfo Rubio (Kristyan Ferrer) es un joven de Sinaloa que está comenzando a meterse en el tráfico de armas de Estados Unidos a México. Por su parte Hank Harris (Tim Roth) un veterano agente de la ATF, lo vigila desde el otro lado de la frontera. Por un incidente mínimo, y por los errores propios de su edad -uno demasiado joven, el otro demasiado viejo- las vidas de estos dos hombres se verán ligadas, y juntos viajarán hacia un lugar muy peligroso en el que, a lo largo de las dieciocho horas de su recorrido, estos aparentes enemigos entenderán que quizá la única manera en que podrán salir de ahí con vida será confiando el uno en el otro.

Pero la película carece de garra, es indiscutiblemente una película con una factura técnica perfecta, pero se convierte en un drama (o al menos a mí me lo parece) plenamente prescindible. Fue mejor ópera prima en el pasado festival de cine de Berlín.

  • TE PROMETO ANARQUÍA (Julio Hernández Cordón, México, 88 minutos)

México. Sangre. Homosexualidad. Desesperación. La sangre se compra. Vampiros de la noche, cuerpos desnudos en la mañana. Follar, hacer el amor, tríos, parejas, deseo. Violencia. Nihilismo Suicidio. Olvido. Falta, Delito.

Miguel y Johnny son amigos y amantes, se conocen desde la infancia y pasan el tiempo patinando con sus amigos en las calles de la Ciudad de México. Venden su propia sangre y consiguen donadores para el mercado negro. Pero una transacción grande de sangre termina mal para todos los involucrados.

Una película interesante, dura y diferente, que será difícil que se estrene.

Te Prometo Anarquía TEASER Dir: Julio Hernández Cordón from julio hernández cordón on Vimeo.

  • SICARIO (Denis Villenueve, Estados Unidos, 122 minutos)

Lo malo de ir a un Festival de cine como San Sebastián no es la calidad de las películas (que en la sección oficial suele dejar bastante que desear), tampoco las otras secciones que suelen ser acordes y con varias sorpresas gratificantes; lo malo de acudir a San Sebastián y ser un cinéfilo empedernido es querer verlo todo; darte panzadas de 6 ó 7 películas al día y acabar viendo alguna película que llevas esperando meses a las 0:00 en el Kursaal después de haberte tragado otras 5 ó 6 que pueden ser mejores o peores. Este fue el caso de Sicario, que era lo nuevo del canadiense Denis Villenueve que nos fascinó con Incendies y nos sorprendió con Enemy y con Prisioneros (sin olvidar la muy notable y más desconocida cinta anterior: Polytechnique).

En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México la joven Kate Macer, una idealista agente del FBI, es reclutada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico. Bajo el mando de Matt Graver, un frío miembro de las fuerzas gubernamentales, y de Alejandro, un enigmático asesor, el equipo emprende una misión que lleva a la mujer a cuestionarse sus convicciones sobre la guerra contra los narcos y los límites de la ley.

En esta suerte de Zero Dark City, con una secuencia inicial que te consigue llevar al limite del desconcierto y de la histeria, Una notable puesta de escena, con una atmósfera irrespirable y una tensión a punto de explotar a cada instante.  Denis Villenueve se mueve con soltura. Suele conducir a sus personajes:  Adam (Enemy, 2013) o Kelle Dover (Prisioneros, 2013) hasta sus límites morales y  psicológicos.

Kate Macer  (interpretada admirablemente por Emily Blunt) es la protagonista de esta historia llena de furia y tensión. Un suspense de nuestros días. Es admirable también la fotografía del maestro Roger Deakins

 

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