29º Cinemajove de Valencia: Inauguración del Festival con Ärtico y Safari
Cuando hay verdadera pasión por un festival, cuando todos lo que lo forman no paran de hablar sobre el trabajo de cineastas, programadores, publicistas, actores, actrices, que lo hacen posible; te pasas la vida queriendo descubrirlo.
Sólo tiene dos años más que quien suscribe estas líneas, el Cinemajove ha llegado a sus 29 ediciones y presenta una programación madura y muy diversa en boca de la gran actriz Ana Álvarez, radiante y pletórica. Rafael Maluenda, el director del festival comentaba emocionado como cada uno de los trabajadores que hacían posible este festival, se dejaban la piel cada día y que «estar a la altura como director de un equipo así era lo realmente difícil».
Este año a las diez películas que conforman la sección oficial a concurso se unen más de 55 cortometrajes repartidos en diez sesiones aproximadamente.
Ferenc Cakó,además de formar parte del jurado de cortometrajes, es una maestro de la animación húngara y maestro de la arena. En la foto podemos ver cómo nos regaló en la gala de inauguración una sesión de «magia» con un tapiz blanco y arena; sus manos y una incuestionable capacidad para asombrar a propios y extraños. El mismo Gonzalo Suárez, que tras una emocionada presentación de su admiradora y amiga Ana Álvarez, recogía el Premio Luna de Valencia, afirmaba que había quedado tan fascinado por la magia de la arena que quería que sus futuras creaciones tuvieran algo que ver. No se sabía si el maestro bromeaba pero es cierto que el asombro era incuestionable y las ganas de ver sus películas mucho mayor si cabe. Un cinematógrafo, un edificio, King Kong, Godzilla. Y a nuestros pies sólo un tapiz y arena. Y un maestro, ¿se puede pedir más?
Gonzalo Suárez presentaba la sección Cuadernos de Rodaje que trae a Valencia una selección de películas en sus palabras «arbitraria» pero fascinante. El mejor cine que el director puede recordar. Desde La Strada de Fellini, hasta El otro de Robert Mulligan, pasando por sus inquietantes Remando al viento o Don Juan de los infiernos. Todo con su tono irónico y presentado desde el humor y el amor que le caracterizan. Nos hubíeramos quedado horas y horas con él en el escenario.
Una preciosa Aura Garrido recogía el Premio Un futuro de Cine de manos de la actriz Rosana Pastor. Una carrera potente y unos trabajos cuidados y conseguidos son sus armas. Viene también a presentar Stockholm para su lucimiento y el de Javier Pereira, ópera prima de su amigo y director Rodrigo Sorogoyen con la que han recorrido España y parte del extranjero y con la que han atráido las miradas de muchas cinematografías. Una historia tan simple como un encuentro fugaz una noche, una noche romántica, también inesperada, atípica, difícil. Un cuento de hadas quizás con final feliz sobre la necesidad de no estar sólos y de sentirnos queridos.
Y después de presentar a los miembros del Jurado y de ver un vídeo con los diez largometrajes a concurso y los casi 60 cortos, la jornada terminaba con la proyección de Ärtico de Gabriel Velázquez, que concursa en Sección Oficial y que ya alcanzó una mención Especial en la Sección Panorama de la pasada Berlinale. Antes de dicha proyección pudimos «disfrutar» por segunda vez en pantalla grande el cortometraje Safari y Gerardo Herrero Montes.
Tras su primer largometraje, ‘Sud Express’, inició una trilogía que arrancó con ‘Amateurs‘, siguió con ‘Iceberg‘, Gabriel Velázquez concluye ahora con ‘Ártico‘, donde invita al espectador a reflexionar sobre la familia y la soledad.
En esta ocasión, los protagonistas son dos jóvenes de 20 años que «cada día salen a la calle para buscarse la vida con lo que les salga». Uno de ellos, Simón, quiere ser libre y está «harto de vivir rodeado de su gran familia de feriantes».
Ambas cintas de muy diferentes metrajes y pulsos tienen a Gus Van Sant, como gran referente, si bien Elephant vaya por otros derroteros. Un gran programa para la primera noche de festival. Y mañana primeras crónicas de las películas a competición, entre ellas esta maravilla gélida: Ärtico.
Fotos de Carlos Ripollés.
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