12º Festival de Sevilla Seff 2015: La infancia de un lider (Brady Corbet, Reino Unido, 2015)

La infancia de un lider (The chilhood of a leader) se ha convertido para quien suscribe estas líneas en la mejor película de toda esta 12ª edición del Festival de cine de Sevilla. Aunque pasó sin pena ni gloria por el festival, si que alcanzó unas colas enormes y el beneplácito mayoritario de la crítica asistente al certamen. Se trata de la primera película como director de Brady Corbet y consiguió con todo merecimiento los Premios al mejor director y mejor ópera prima del Festival de cine de Venecia en la Sección Horizontes. Aún no tiene distribuidora ni fecha de estreno en España.

Detrás de esta película se encuentra un niño prodigio. Alguien que fue actor con maestros de maestros y que ha vivido unas creaciones artísticas difíciles de olvidar. Su nombre es Brady Corbet y ha trabajado por ejemplo a las órdenes de Michael Haneke.

Pero la trayectoria de este buen actor y desde ahora grandísimo director comienza con 11 años en televisión y con un debut cinematográfico que ya apuntaba maneras en 2003: Thirteen de Catherine Hardwicke.

Von Trier (Melancholia), Haneke (Funny Games U.S.), Araki (Misterious Skin) han perfilado su imaginario a caballo también con el cine de Bergman.  Otros ejemplos radicales del cine de autor y/o independiente donde se ha dejado ver como actor son: Thunderbirds, Simon Killer, Eden, Viaje a Sils Maria, Saint Laurent , Martha Marcy May Marlene o Fuerza Mayor (Tourist). Poco a poco pero en pocos años ha sabido labrarse una increible carrera como actor de cine independiente y de autor. Y ahora nos regala su primera incursión en la dirección.

El público de a pie no irá a verla por toda esta carrera, tampoco por su juventud, ni siquiera por sus maestros o por la historia de la que habla. Lo más llamativo de La infancia de un lider es que salga Robert Pattinson (Crepúsculo) y, sin embargo, esta aparición estelar se olvida a los cinco minutos de que la pantalla se quede en negro.  Corbet construye una increiblemente madura e irresistible película a caballo entre el cine de Haneke, de Lars Von Trier y de Bergman.

Cojamos pues todas estas influencias y creemos un perfecto compañero para La cinta blanca; una escuela para líderes fascistas; un análisis de la educación de un lider desde su más tierna infancia. El resultado es una cinta inolvidable de ambiente sórdido y atmósfera malsana, con una música impactante de Scott Walker que parece transportarnos a los albores de El exorcista, La profecía o La semilla del diablo más que al imaginario de La cinta blanca, La hora del lobo, Fanny y Alexander, Vincere o El conformista. Inspirada en un relato de Sartre sobre los orígenes de un lider psicópata y genocida, la cinta no oculta su adhesión al cine de género más radical. Aunque el terror es lo que se va generando no las imágenes violentas y excesivas que en realidad esperamos. Corbet consigue que te quedes pegado a la butaca con una estética preponderante y preciosista aunque tenebrosa, con una música que genera esa tensión que esperamos y, sobre todo, con un prodigio de niño, que haría que esta y cualquier película fuera de por sí interesante. El trabajo interpretativo medido y fantásticamente matizado del joven Tom Sweet, la mesurada dirección y fotografía del que espera convertirse en un maestro: Brady Corbet y la alucinante banda sonora del otrora   cantante de pop y jazz Scott Walker, son los ingredientes perfectos para hacer de La infancia de un lider, una de las mejores películas vistas en 2015. No la perdáis de vista.

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